- La investigación lleva por nombre “Weather in two climatic regions shapes the diversity and drives the structure of fungal endophytic community of bilberry (Vaccinium myrtillus L.) fruit”, y fue desarrollada por investigadores de la Universidad de Oulu (Finlandia)
Sabía que los arándanos son algo más que un sabroso aperitivo? También albergan todo un mundo de microbios que podrían ser el secreto de su sabor único y sus beneficios para la salud. El problema es que nuevas investigaciones sugieren que el cambio climático y la forma en que gestionamos nuestros bosques podrían agriar esta hermosa relación.
“No todos los microbios son malos. Algunos causan enfermedades, pero muchos otros colaboran con las plantas. Estos microbios útiles, llamados “microbios simbióticos”, viven dentro de la planta de arándano y sus frutos. Los microbios simbióticos pueden desempeñar un papel importante en la formación de compuestos saludables en las bayas”, afirma Anna Maria Pirttilä, investigadora de la Universidad de Oulu (Finlandia), experta que en otras palabras, dijo que estos microbios podrían ser la razón por la que los arándanos son tan buenos para nosotros.
La investigación subraya las formas complejas e interconectadas en que el cambio climático puede filtrarse y afectar a nuestros sistemas alimentarios. Al comprender la intrincada relación entre los arándanos y sus microbios, los científicos podrían desarrollar estrategias para ayudar a estas plantas (y a sus microbios beneficiosos) a adaptarse a los retos de un clima cambiante.
Investigación
Científicos de la Universidad de Oulu descubrieron que los tipos de microbios del interior de los arándanos son diferentes según dónde crezcan. Los arándanos del sur de Finlandia tienen comunidades microbianas diferentes a las del norte. Esta diferencia se debería a factores como el clima, la temperatura, la calidad del suelo e incluso qué otras plantas crecen cerca influyen mucho en la microbiota de los arándanos.
“El estudio sugiere que el cambio climático y las prácticas forestales intensivas pueden modificar la diversidad de microbios simbióticos en los frutos del arándano, lo que a su vez puede afectar, por ejemplo, al sabor o la conservación de los frutos”, afirma el profesor Pirttilä, quien agregó que el cambio climático no se limita sólo al aumento de las temperaturas medias., sino que también trae consigo fenómenos meteorológicos más extremos: olas de calor, inviernos gélidos y tormentas intensas. Estos cambios repentinos son duros para las plantas y les causan estrés fisiológico.
Los microbios que se asocian con los arándanos han evolucionado junto a ellos en determinadas condiciones. Los cambios drásticos en su entorno pueden alterar ese equilibrio. Algunos microbios beneficiosos podrían luchar por sobrevivir, mientras que otros menos útiles, incluso potencialmente dañinos, podrían aprovecharse de la planta estresada y proliferar.
Los microbios contribuyen en gran medida a la salud y el desarrollo de las plantas de arándanos y de los propios frutos. Si el cambio climático desorganiza sus poblaciones, podría afectar directamente al sabor de las bayas, a su capacidad de almacenamiento y a su perfil nutricional.
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