De acuerdo a experto de Forbes en China el consumo es una expresión de sí mismo. Le permite a quien consume explorar el mundo a través de sus productos, experimentar sus elecciones de estilo de vida de manera segura y anónima
Sabemos que China es el mercado de consumo más grande y de más rápido crecimiento en el mundo. Lo que menos se entiende son las fuerzas que conforman el consumismo en el país más poblado del mundo. ¿Es meramente indulgencia y materialismo? ¿En qué se diferencian los consumidores de China de los de Occidente?
Gran parte de la investigación se ha centrado, por ejemplo, en cómo los consumidores chinos se relacionan con las marcas extranjeras frente a las nacionales, o el papel macro de la economía china como motor. Pero en opinión de Frank Lavin, columnista de Forbes, hay factores sociales y culturales más importantes en juego que impulsan el gasto del consumidor:
1. Consumismo como libertad. Según el experto tener una elección significa tener una elección de consumir. Eres lo que consumes. El consumo es una expresión de sí mismo. Le permite a quien consume explorar el mundo a través de sus productos, experimentar sus elecciones estilos de vidas de manera segura y anónima. Puede que nunca llegue a Francia. De hecho, el entusiasmo por la elección se refleja en la masividad de las compras en línea, donde gigantescos sitios web de compras como Tmall.com, Taobao y JD.com, ofrecen más de mil millones de productos desde industrias nacionales e internacionales.
2. El consumismo es una declaración de éxito. El economista estadounidense Thorstein Veblen popularizó el concepto de “consumo conspicuo”. Cuando el consumo ya no es impulsado únicamente por la necesidad, se convierte en una forma de hacer una afirmación de que se tiene un ingreso disponible y se puede, al menos en ciertos aspectos, disfrutar de la vida en sus términos. Los placeres simples -un par de Nikes, un smartphone, ropa elegante- se convierten en declaraciones de identidad personal. ¿Por qué este patrón es más fuerte entre los consumidores más jóvenes? Debido a que son los que envían y reciben “señales del mercado”.
3. El triunfo del “Mi-mismo”. El “mi-mismo” no es lo mismo que el egoísmo, es una actividad autodirigida. La política de un hijo significa que la mayoría de los chinos no tienen hermanos, ni tías, tíos o primos, por lo que se debe estar bien para comprar por sí mismo. Nadie está comprando por y para ti. En ninguna parte este factor es más evidente que en la evolución de las fiestas del Día de los Solteros de China, una especie de día anti-San Valentín que cae el 11 de noviembre, siendo una explosión de consumismo. Este año, el gigante del comercio electrónico Alibaba generó casi 17.800 millones de dólares en gastos en línea durante la venta anual del Día de Solteros.
4.- Experiencia colectiva. A todo ser humano le gusta participar en eventos grupales. FOMO (Fear of Missing Ou, en inglés), el temor de faltar, trasciende las culturas. Pero esta tendencia pareciera ser más fuerte en China que en Occidente porque la cultura confuciana no celebra los valores atípicos como lo hace Occidente. Las redes sociales refuerzan este patrón colectivo para que las compras y el comedor sean experiencias compartidas. Las opiniones son multitudinarias. Y los comerciantes refuerzan este patrón apoyando ventas del día de fiesta, compra de grupo, y otras promociones. Los consumidores se organizan para la expedición y las marcas se organizan también. El sociólogo Erich Fromm señaló que cuando las personas tienen la capacidad de ser lo que quieran, quieren ser como todos los demás.
Finalmente, Lavin señala que las marcas exitosas en China son capaces de abordar la mayoría o todas las consideraciones anteriores. “El consumidor no sólo debe estar encantado con su producto. El viaje del consumidor también debe respetar estos profundos impulsos socioculturales”, concluye el columnista de Forbes.
Fuente: SimFRUIT según Forbes