Actualmente en Chile existen más de 56 mil hectáreas de plantaciones de cerezas distribuidas desde Ovalle por el norte, hasta Chile Chico por el sur, concentrándose un 80 por ciento del total en las regiones del Maule y O’Higgins. La reciente temporada no estuvo exenta de complicaciones propias de la pandemia, sin embargo, nuestro país nuevamente rompió el récord de exportaciones y logró abrirse a nuevos mercados.
“Chile en los últimos ocho, nueve años, se ha transformado en el más importante país productor de cerezas a nivel mundial; estamos posicionados en el último ranking, en el tercero o cuarto país en términos de producción y, sin duda alguna, el principal país desde el punto de vista de la exportación de cereza fresca. Este último año acabamos de romper un récord más, exportamos más de 70 millones de cajas equivalentes a más 350 millones de kilos, principalmente al mercado asiático”, detalló Carlos Tapia, Director Técnico de Avium y especialista en producción de cerezos.
Sin embargo, la reciente temporada presentó grandes complicaciones; Víctor Maroto, Gerente Comercial de Fruttita, se refirió al difícil escenario de producir, cosechar y exportar en pandemia. Al respecto, indicó que era necesario analizar tres grandes acontecimientos de la reciente temporada (2020-2021), comenzando por el rumor de contaminación de Covid-19 de cerezas chilenas en China. ” (Esto) generó evidentemente una pérdida de valor del producto como regalo, lo que ocasionó un impacto muy grande en las ventas. En segundo lugar, por el mismo efecto Covid y pérdida de valor del producto, se produjo una ralentización de las ventas, empeorando la condición de la fruta y obligando a nuestros recibidores a tener que llegar a ciudades que nunca habíamos llegado, tener que vender fruta en sitios donde no se había vendido, lo que generó, por un lado, una apertura de nuevos mercados que a futuro nos va a servir y nos va a ayudar, pero con un aumento en los costos de comercialización, y además , problemas de condición en la fruta, lo que generó alto nivel de reclamos y pérdidas en el valor, que se tradujeron en malos precios”, detalló Maroto.
El tercer gran inconveniente fue la falta de mano de obra para la cosecha, una situación que generó serios problemas a la hora de cosechar la fruta desde los árboles. Según datos entregados por Víctor Maroto, Gerente de Fruttita, entre un 2 y 3 por ciento del total de los huertos no fueron cosechados, mientras que en un 20 – 30 por ciento, al menos, esta labor fue mal realizada.
“Existen productores que en algún momento se quedaron sin poder cosechar porque tienen variedades que están sólo en el peak, o un gran volumen en el peak, principalmente variedades cosechadas desde 19/12/20 Lapins, SH y Reginas que no pudieron conseguir mano de obra, o al menos no la suficiente en el momento oportuno. Yo creo que el mayor impacto es la mala cosecha, más que lo que no se pudo cosechar”, explicó Victor Maroto, Gerente Comercial de Fruttita.
Carlos Tapia, Director Técnico de Avium, por su parte, también se refirió a los inconvenientes de la falta de mano de obra, una situación que no es nueva, pero que claramente se vio afectada por la pandemia: “En los últimos años el contra de la cereza es la gran demanda de mano de obra en cosecha, necesitamos un número de jornada de cosechas, en el mes de diciembre principalmente, muy potente; eso, los dos últimos años, lo hemos visto muy afectado, sobre todo este año con restricciones fitosanitarias, lo que también ha generado ciertos problemas, pero no hay que perder el objetivo principal que es construir un producto de altísima calidad, hablemos de fruta grande, fruta firme, fruta dulce, sin enfermedades, sin plagas, definitivamente esa es la clave del éxito para que este negocio siga flotando”, manifestó el experto en producción de cerezos, Carlos Tapia.
Impacto Económico y Campaña de Promoción
Las tres grandes complicaciones de la temporada, falta de mano de obra, retrasos en los embarques y rumores de Covid-19 en una caja de cereza chilena en China, por supuesto que dejaron consecuencias negativas. Pese al récord alcanzado, con más de 350 millones de kilos de cerezas exportados, hubo claros efectos económicos.
“En términos de ventas, si nosotros proyectamos lo que se esperaba vender versus los precios históricos o promedios, creo que hoy día se dejaron de recibir cerca de 700 millones de USD; eso habla de un porcentaje relativamente cercano al 25-30 por ciento del total de ingresos que genera el negocio, hoy día no llegaron, más allá de si quedaron en China o no, son retornos que no tuvimos en Chile”, confirmó el Gerente Comercial de Fruttita, Víctor Maroto.
Uno de los golpes más fuertes de la temporada fue el rumor sobre la presunta presencia de Covid-19 en una caja de fruta chilena, justo previo al año nuevo chino, fecha en que la cereza nacional era muy cotizada como regalo por la festividad; aunque el gobierno chino no confirmó ni descartó el hecho, Chile preparó de inmediato una potente campaña publicitaria y comercial en la que se invirtieron más de U$1.5 millones. ¿Cuáles fueron los resultados de esta estrategia?
“La campaña estuvo orientada a recuperar la confianza en el producto y aumentar las ventas; eso de alguna u otra manera se logró, ya que fuimos capaces de vender el gran volumen enviado, independiente de los resultados obtenidos. Uno de los efectos más negativos que generó este rumor, fue la perdida de concepto “regalo” que tienen nuestras cerezas, y no se pudo recuperar el concepto de un producto seguro para ser regalado. El mayor logro fue dar cierta seguridad, bajando la percepción negativa del consumidor de un 80 a 20% con la campaña de emergencia desarrollada en un periodo récord. Sin la reacción del Comité de Cerezas en el momento del rumor podríamos haber tenido efectos aún peores en los resultados, llegando posiblemente a destruir fruta,” explicó Víctor Maroto, quien también es Director del Comité de Cerezas y Marketing de Asoex.
Nuevas Oportunidades
Si bien producir, cosechar y exportar en medio de una pandemia generó una serie de impactos en la última temporada de cerezas, también hubo consecuencias positivas; una de ellas, la apertura de nuevos mercados.
“En esta temporada logramos exportar a Vietnam, nuevo mercado, ya que se firmó protocolo con este país. Taiwán, Corea, India y Rusia, son los cuatro mercados a los que más se embarcó volumen además de USA y UE, diversificando los riesgos de exportar sólo a China”, explicó Víctor Maroto.
De estos países, India se presenta para muchos expertos en la materia como uno de los más importantes mercados a explorar; sus más de mil 380 millones de habitantes, lo posiciona como un ‘súper mercado’, sin embargo el gran inconveniente se presenta en el área de la infraestructura. India carece de modernos puertos, buenas carreteras que permitan el traslado ágil de un producto tan delicado como la cereza, y de otra amplia gama de aspectos relacionados con la logística de importación de este fruto y los largos viajes a India.
El escenario en Corea y Rusia es diferente en cuanto a infraestructura, sin embargo se presentan otros inconvenientes que vale la pena tener presentes a la hora de exportar cereza a dichos países.
“Corea es un mercado que funciona bastante bien, su dificultad se centra en el protocolo conocido como System Approach,esto implica que si no tienes el huerto inscrito desde el invierno, no se puede exportar a este mercado”. En Rusia, en tanto, lo más complejo es la parte comercial, pues se vende con cartas de crédito en su mayoría; un precio con 80 por ciento de pago adelantado y un 20 por ciento contra liquidación. Ese 20 por ciento extra siempre ha costado mucho cobrarlo para cerrar el negocio, por esto creo que es un problema más bien comercial y de seguro de pago, que de mercado”, explicó Víctor Maroto.
Con dos temporadas complejas a cuestas, la industria de la cereza chilena sigue liderando el hemisferio sur, tanto en superficie plantada, como en volumen de exportación de cerezas. Se espera que este 2021 siga aumentando el número de hectáreas plantadas, incluso pese a la pandemia.
“Estamos con una superficie plantada por sobre las 57 mil hectáreas hasta el año 2020. Este año se va a plantar un número, que me atrevo a decir, mayor a 5 mil hectáreas nuevamente, considerando que por los últimos problemas comerciales se pronosticaban más de 8 mil hectáreas. Probablemente es la especie que más se ha plantado en los últimos cinco o seis años y, si bien hemos tenido algunas vicisitudes comerciales en las últimas dos temporadas, creemos que es una especie que va a seguir siendo rentable, asociado también a que nosotros seamos eficientes y tengamos un producto de altísima calidad, condición y con costos acotados”, detalló el Ingeniero Agrónomo, M. Sc., Carlos Tapia T.
Finalmente, el especialista en producción de cerezos y Director Técnico de Avium, se refirió a la importancia de ampliar la apertura comercial, recuperando mercados hasta hora dejado de lados: “Entre comillas tenemos una participación de mercado que nos obliga a competir con nosotros mismos, estamos en el mercado asiático de forma muy presente con más del 90 por ciento de los envíos, hemos dejado probablemente envíos de lado, como son mercados europeos y norteamericanos, pero de alguna forma hay que volver, hay que intentarlo, hay que volver a generar demanda de esos mercados para que volvamos a tener una apertura comercial mucho mayor”.
El posicionamiento a nivel mundial de la cereza chilena como un producto de lujo y el impacto negativo de malas temporadas como las dos recientes, obligan al productor a tener un mayor control sobre sus huertos y producción; esto, con el fin de lograr una homogeneidad del producto en el tiempo, que permita enfrentar de mejor manera las vicisitudes que puedan generarse en la industria nacional e internacional y disminuir las repercusiones negativas en la marca local.
Fuente: SmartCherry