Por Rodrigo Díaz, Asesor de ASOEX
Tres indicadores acaban de ser notificados: crecimiento, desempleo e inflación. No todos como quisiéramos.
En junio, la economía creció 1,4%, lo que arroja un avance de 0,5% en el primer semestre del año.
Las expectativas para 2017 eran de 1,5% anual [muy modesto para mi gusto]. Pero por lo ocurrido en el primer semestre, bastante difícil de cumplir.
Las estimaciones apuntan a que se necesita crecer un 2,3% en el segundo semestre para cumplir la meta. No parece mucho, opero si uno ve las tasas de expansión mensual, el máximo fue 3% en agosto de 2016. Y en los últimos 9 meses, el máximo de expansión mensual fue 1,4%.
Muchos analistas creen que veremos una tendencia creciente en el segundo semestre. Para eso se basan en la Bolsa [el IPSA ya supera los 5.100 puntos con una expansión mayor al 20% en el primer semestre], en las ventas de automóviles [que efectivamente están repuntando, pero éstas se concentran en el consumo de los sectores más acomodados] y en el retail [qué está –para mi gusto- subsidiado por las compras que hacen los mendocinos].
Pero al final da igual, 0,5%, 1%, 1,5%, 2% de crecimiento anual. es poco para lo que Chile es capaz de generar. Sobre todo si se piensa que la tasa de crecimiento potencial está entre 3% y 3,5%.
La inflación en el mes de julio fue de 0,2% lo que implica un total anualizado de 1,7%. Cifra bajo el rango meta del Banco Central.
¿Hará el Banco Central otro recorte a la tasa de interés? Yo creo que -por ahora- no. Como siempre, el Central es prudente y toma pocos riesgos. Mi impresión es que va a esperar un poco más. Si el Imacec no repunta, entonces podría bajarla con menos riesgos de impulsar la inflación por sobre 4%. Mientras tanto, con el consumo algo menos débil, es más esperable que sea prudente.
El desempleo, a nivel nacional se ubicó en junio -por segundo mes consecutivo- en 7%. Mientras en la Región Metropolitana fue de 7,6%. La encuesta de la U. de Chile para el Gran Santiago lo situó en 8%.
Pero preocupa que la actividad y el desempleo parecen ir de la mano o tener alguna correlación positiva.
Preocupa porque debería ser al revés, a mayor actividad menor desempleo. Pero lo que se ve es que mientras baja la actividad baja el desempleo y cuando ésta sube, el desempleo también lo hace.
Algo no cuadra en nuestra macroeoconmía.