Cada cierto tiempo aparecen datos nuevos en economía. Pero poco son realmente una noticia.
Recién se acaba de conocer el Imacec de octubre [108,5 puntos], cuya variación respecto a igual mes del año anterior fue 2,9%, la más alta desde mediados de 2016 [ver gráfico].
Al respecto, el Ministro de Hacienda dijo que ya no hay dudas sobre la recuperación económica.
Como contraste, el Presidente del Banco Central dijo que no hay sacar conclusiones de cifras puntuales.
Con todo, creo que lo más sensato son las otras dos frases que dijeron los personeros: “que no estamos en boom” [Eyzaguirre] y “que la recuperación hay que verificarla el próximo año” [Marcel].
El lunes se dio a conocer el último IPoM del año, en el que se señala:
Crecimiento 2017: 1,4%
Crecimiento 2018: 3,0%
La base del pronóstico de mayor crecimiento para 2018 se basa en un mejor escenario externo, que implica un mayor precio del cobre con mayor inversión en el sector minero.
Pero cabe señalar que hace varios años que el Banco Central viene errando en sus pronósticos de inversión. Este año se esperaba repunte, pero no será así, habrá otra caída.
No hay que olvidar que hay casi US$ 40 mil millones de proyectos en el “pipeline” del Servicio de Evaluación Ambiental. De este total, poco más de US$ 13 mil millones corresponden al sector minero, es decir dos tercios están en otros sectores.
La verdad se dicha es que la dudas siguen estando puestas en el repunte de la inversión y el dinamismo económico. Así como en la confianza de los inversionistas y los consumidores.
Hasta ahora no se ven políticas públicas orientadas a mejorar las confianzas, a pesar que las empresas en Chile se han vuelto mucho más transparentes de lo que eran hace seis años atrás, cuando estalló el caso La Polar.
Si duda que sin confianza, todas las proyecciones de inversión y crecimiento caminan por la cornisa y están siempre a punto de caer.
Esperemos que no sea el caso y 2018 sea más dinámico que 2017.
