Seguros del Agro: Una mirada integral del negocio agrícola

Marzo 9, 2015|Opinión|

Por: Camilo Navarro Ceardi, Director Ejecutivo Agroseguros

Agroseguros tiene la finalidad de desarrollar y promover seguros para el sector silvoagropecuario y administrar un subsidio estatal para la contratación de los mismos, enmarcados dentro de las políticas del Ministerio de Agricultura, que permiten a los productores agropecuarios recuperar el capital de trabajo invertido en el cultivo, frutal, o ganado asegurado, en caso que este resulte dañado por alguno de los riesgos cubiertos por la póliza. Con este instrumento de gestión de riesgos, el productor logra una mayor estabilidad económica y mejora su calidad como sujeto de crédito, habiéndose obtenido a la fecha avances importantes, pese a que el programa es relativamente nuevo (unos 14 años), en comparación con otros países con sistema de aseguramiento más desarrollados, como México y España.

Para los próximos cuatro años, y de acuerdo a los lineamientos del Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, la tarea de Agroseguros se enfocará en liderar el apoyo a la gestión nacional de riesgos del sector silvoagropecuario por parte del Estado. Es por ello, que estamos desarrollando nuevos productos, además de analizando mejoras a los instrumentos disponibles en la actualidad.

Desde sus inicios, el programa ha ido incorporando paulatinamente distintos rubros y productos, dentro de los cuales destacan como últimas adiciones, los seguros para flores, peras y kiwis. Si bien en el sector el uso ha ido creciendo en forma lenta, al ver los beneficios los productores de rubros que hasta ahora no cuentan con acceso, han solicitado que se los incorpore. Así, en el ámbito pecuario, estarían operando seguros en ovinos y cerdos este año; y estamos analizando el tema en el sector apícola y camélidos. También se están desarrollando nuevas coberturas para especies frutales como nogales y carozos.

En conjunto con compañías de seguros y reaseguradores internacionales, estamos trabajando en nuevos instrumentos que permitan acceder a riesgos no asegurables en la actualidad, como un “seguro indexado” para sequía en praderas, que promete ser una de las innovaciones más relevantes; y hemos iniciado estudios para nuevos sistemas de aseguramiento como los “seguros paramétricos”, basados en datos de estaciones meteorológicas para el arroz.

Con el objeto de aportar soluciones a un mayor número de productores, especialmente aquellos más vulnerables, se iniciarán los estudios para la implementación de “seguros catastróficos”, que permitirían transferir el riesgo de las emergencias agrícolas a terceros, no solo protegiendo a un mayor número de agricultores, sino que a su vez estabilizando el presupuesto del Estado. Este sistema ha probado ser exitoso en países como México, donde el financiamiento de la prima es compartido entre los gobiernos central y regional, siendo estos últimos quienes contratan el seguro para los agricultores de su zona. Este tipo de seguros es fundamental, si se consideran, los eventos de emergencias agrícolas provocadas por heladas y nevazones ocurridas recientemente.

Esta es una política de Estado. Desde el año 2000 en que se crea el seguro agrícola a la fecha, hemos cambiado de gobierno y de coaliciones, y este instrumento ha mantenido, ampliado y consolidado, puesto que lo importante es transmitir al agricultor y a las reaseguradoras que éste es un instrumento que llegó para quedarse, contribuyendo significativamente a cómo los agricultores enfrentan escenarios cada vez más complejos, exigentes y riesgosos.

 Si bien hay reconocimiento a una continuidad en el programa, la diferencia está en el énfasis que ahora buscamos para dar una mirada integral de la gestión de los riesgos que afectan al sector y no sólo de administrar un subsidio. Nuestro objetivo, por tanto, es rescatar de la misión de Agroseguros, desarrollar y promover los seguros del sector silvoagropecuario. Desarrollaremos seguros de última generación, como son los seguros por índice, promoveremos el uso de los mismo vía capacitaciones a todos los actores del sistema, destacando en ellos a los aglutinadores de demanda, y un especial trabajo en mejorar el servicio post venta.

Después de más de una década de marcha de este instrumento, y a partir del conjunto de mejoras significativas en las cuales estamos empeñados, nuestro compromiso es, por lo tanto, poner a disposición de la agricultura chilena un seguro agrícola 2.0 y lograr la meta del programa de gobierno de la Pdta. Bachelet, de alcanzar un aumento del 50% en su cobertura, poniendo un esfuerzo especial en la incorporación de los pequeños y medianos productores agrícolas.

 

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