Félix Bogliolo, Doctorado en Economía de la Escuela Politécnica de París. Por más de 30 años consultor independiente para grupos económicos. Ha ocupado la dirección general de empresas de servicios y desarrollo internacional. Desempeño en la banca internacional para el financiamiento de grandes obras.
Por Félix Bogliolo, Socio fundador y CEO de Vía Marina, proponente del Proyecto Aquatacama o Río Submarino Sur-Norte Chile.
Diversos proyectos de trasvasijes inter cuencas sur – norte Chile -dos proyectos terrestres clásicos y nuestro innovador Río Submarino o proyecto Aquatacama- han vuelto a ocupar la agenda pública, repitiendo anteriores apariciones en la historia de Chile y están siendo estudiados por el MOP dentro del marco de las correspondientes solicitudes de Concesión por Iniciativa Privada.
Estos Proyectos han suscitado grandes esperanzas en la ciudadanía de las regiones potencialmente “receptoras”. También han suscitado algunas reservas en las regiones potencialmente “dadoras”.
La necesidad de que el Estado concluya esa conversación ciudadana ha sido bien descrita en la exposición del Profesor de la Universidad de Chile, Fernando Santibáñez, en la Mesa Nacional del Agua, que se podría resumir con la frase siguiente: “o se mueve el agua hacia la agricultura, o se tendrá que mover la agricultura hacia el agua” y queda justificada por el razonamiento siguiente “Aplicar el concepto ya en uso en muchas áreas de la economía de los países, cual es el de la solidaridad territorial en base a las vocaciones de cada territorio… En esta lógica sistémica del desarrollo de un país, el agua no es una excepción en la búsqueda del bien común y el respeto de los derechos de unos y otros.”
Y para que el Estado pueda dar la conclusión que estime, la mejor para Chile y su gente en cuanto al aseguramiento de suministro hídrico, se requiere disponer de los resultados de estudios, los que serían realizados por los privados solicitantes de los mencionados proyectos. Esto, en caso de ser declarados de interés público en un futuro próximo.
Estos estudios, numerosos, amplios, profundos y de larga duración, son absolutamente imprescindibles para evaluar correctamente el concepto mismo de trasvasije inter cuencas con todos sus costos y todos sus beneficios: técnicos, financieros, ecológicos, políticos, sociales, etc.
Hoy por hoy, la actual conversación ciudadana en torno a dichos proyectos no pide que se elija cuál de dichos sistemas de trasvasije es preferible. Se trata, prioritariamente, de que se estudie de una vez por todas el concepto de trasvase sur-norte Chile para consolidar esa discusión ciudadana que Chile tiene abierta, por su loca geografía, desde más de un siglo y todavía sin resolver. Esto resulta urgente y necesario para desarmar una potencial disputa entre regiones chilenas; para ver si puede aplicarse al agua el concepto de solidaridad interregional sobre el cual vive la economía de Chile con el “sueldo de Chile” concentrado en las regiones potencialmente “receptoras”; y así servir de “quid pro quo” como expuesto por el Profesor Santibáñez.
Sino fuera así, en el Sur podría seguir diciéndose “no se puede” y en el Norte “sí se puede” , sin fundamento científico.
Si los estudios salen negativos, se les podrá decir a las comunidades del Norte: “no pidan más trasvasijes, el tema está bien estudiado y no resulta, es una falsa buena idea”.
Si los estudios salen positivos, se les podrá decir a las comunidades del Sur: “sus reservas a priori, no tenían fundamento; además, con el Cambio Climático, mañana se podría entregar agua a los ríos Maule, Laja o Toltén”.
