El representante de BASF, Kevin Caffrey, comentó: “En 48 horas después de esa lluvia de julio, tenías un fuerte olor a vinagre debido a toda la podredumbre agria del racimo. Algunas fueron pérdidas totales”.
Los productores de uva estadounidense tuvieron una temporada desafiante debido a problemas de oídio. El representante del servicio técnico de BASF, Kevin Caffrey, dijo al medio AgNet West que “fue uno de los peores años de la historia reciente. Un factor importante fue una cantidad significativa de humedad en momentos inoportunos de la temporada. Otra complicación fue que muchos productores no comenzaron la temporada con un programa de gestión riguroso”
“Parte de eso se debió a que en los últimos años se salieron con la suya. Podrían tener algunos programas iniciales más ligeros y aún así controlar la plaga. Ese no fue el caso este año”, señaló Caffrey. “Y una vez que contraes mildiú polvoriento, no es fácil erradicarlo”, agregó.
A los productores que comenzaron la temporada con fuertes programas de mitigación les fue mucho mejor que a los que no lo hicieron. Los problemas de mildiú polvoriento pueden exacerbar los problemas de pudrición del racimo. El clima fuera de estación en julio creó más desafíos, ya que muchas áreas recibieron lluvia justo cuando el envero estaba en marcha. “En 48 horas después de esa lluvia, tenías un fuerte olor a vinagre debido a toda la podredumbre agria del racimo. Algunas fueron pérdidas totales”, explicó Caffrey.
Las uvas de mesa se vieron especialmente afectadas por las inclemencias del tiempo durante la temporada. Caffrey comentó que” los viticultores estaban lidiando con problemas similares con el mildiú polvoriento, seguido de la pudrición del racimo. La lluvia de julio también fue un problema para las uvas pasas. Si todavía estaban en la vid, esos racimos apretados, especialmente los Thompson sin semillas, simplemente estaban cubiertos de podredumbre. Se podía oler desde una milla de distancia”.
Medidas
“Se anima a los productores a considerar un programa de gestión más sólido de cara a la próxima temporada. Los viñedos tendrán una cantidad importante de inóculo y las previsiones apuntan a otro invierno húmedo. Podría ser necesario comenzar con un programa sólido y evaluar las condiciones a medida que avanza la temporada para evitar las pérdidas sufridas este año”, indicó Caffey.
“Creo que, si la gente empieza con fuerza y tiene un buen plan, entonces se puede partir de ahí y decidir. Creo que tienen que hacer planes para actuar con fuerza porque mucha gente perdió más de lo que esperaban debido a los diferentes fenómenos meteorológicos”, finalizó Caffrey.