Chile es actualmente el principal exportador de uvas de mesa del mundo, y como tal fue el anfitrión de la IX versión del Simposio Internacional de uva de mesa, actividad que comenzó ayer lunes, reuniendo a alrededor de 600 especialistas nacionales e internacionales de 17 países para compartir y discutir los avances técnicos, científicos y económicos de este sector frutícola.
La actividad se prolongará hasta el 21 de febrero, y es organizada por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), junto a la Comisión de Investigación para el Desarrollo de la Uva de Mesa (UVANOVA) y la Facultad de Agronomía de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC).
El Ministro de Agricultura, Antonio Walker , fue el encargado de inaugurar el evento. Una jornada que contó, además, con la presencia del Director Nacional de INIA, Pedro Bustos; la Presidenta Ejecutiva de UVANOVA, Carolina Cruz; el Director del Departamento de Fruticultura y Enología, de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal de la Pontificia Universidad Católica de Chile, José Antonio Alcalde; el Presidente de ASOEX, Ronald Bown; y el Presidente de Fedefruta, Jorge Valenzuela, además de destacados investigadores nacionales e internacionales.
Chile, como mayor exportador de uvas de mesa a nivel mundial, con 80 millones de cajas por temporada, fue elegido como sede para ver en terreno los avances y desafíos que esta industria enfrenta. Por eso, el Ministro Walker destacó la importancia del mejoramiento genético realizado por INIA durante su saludo inicial. “El mejoramiento genético es fundamental. Necesitamos productos de mucha calidad, de mejores condiciones, de mejor sabor, de mejor postcosecha e inocuidad. El esfuerzo que está haciendo INIA es digno de destacar, porque vamos a poder aportar al mundo variedades de uva de mesa producidas en el país, desarrolladas por un instituto tan prestigioso y emblemático para la fruticultura nacional”.
Además, el titular de la cartera aseguró que “toda la industria de la uva de mesa quiere seguir desarrollando nuevas variedades, producción y de conducción. Para Chile la uva de mesa es muy importante porque es de las especies más intensivas en mano de obra y genera mucha mano de obra. Tenemos desde el desierto más árido del mundo, como es la Región de Atacama y hoy estamos introduciendo algunas variedades para probarla en Chile Chico en la Patagonia. A través de hacer producción frutícola vamos desarrollando el mundo rural”.
Por su parte, Carolina Cruz, Presidenta Ejecutiva de UVANOVA, dijo a SimFRUIT “Nosotros estamos en una reingeniería. Hoy los cambios son grandes, y no sólo en la forma de producir, sino que en otros aspectos que hasta hace 20 años atrás no los teníamos. Estamos trabajando con variedades tradicionales, a las cuales el mercado está pidiendo nuevos calibres y calidades. Por otro lado, también tenemos que ver de qué manera modificamos nuestras estructuras para que sean más amigables con la mano de obra, pues es cada vez más escasa. Debemos ver de qué manera generamos las condiciones para que los jóvenes quieran volver a los campos, por ejemplo, con huertos peatonales, además de pensar también en la mecanización”.
Agregó: “Además tenemos que ver de qué forma vamos colocándonos en sintonía con los tiempos que vivimos, por ejemplo, en materia de sustentabilidad y sostenibilidad, trabajando de manera más limpia. Entonces, estamos en un escenario donde debemos cambiar ciertas formas de producir, y focalizarnos en producir aquello que los mercados requieren. Chile, es un país que tiene historia en la uva de mesa, un legado de más de 80 años, por lo mismo, quién más que nosotros puede ver de qué manera podemos salir de cada una de las problemáticas”.
Algunas de estos desafíos, según la profesional, se pueden ir abordando a través de transferencia tecnológica, especialmente enfocadas a entregar información a los pequeños y mediados productores. “Además creemos que desde el gobierno se deben impulsar herramientas que permitan a los productores inversiones para tecnificar sus huertos, y que se puedan generar créditos en la banca que le permitan al productor seguir trabajando sin una carga tan grande”.
Competir con Calidad y Sabor
“Hoy se compite por calidad. No existen ya las ventanas productivas o comerciales que nos favorezcan, por lo que con un producto de calidad podemos competir de mejor manera, así como también rescatando atributos especiales de nuestras uvas, como es el sabor. El sabor de la uva de mesa chilena y las frutas de Chile es especial, dadas sus condiciones climáticas de tener mucho calor en el día y tardes más fría, genera una condición de azúcar y acidez que le da frescor a las uvas de mesa chilenas. Y eso sólo lo tenemos en Chile”, destacó Carolina Cruz.
Asimismo, Cruz agregó que elegir la variedad correcta, según la zona productora, también resulta clave. “Debemos evitar errores que a la larga pueden salir muy caros financieramente para el productor. Ojalá pudiéramos entregarles una variedad que se adapte a la zona productiva y con un manejo estratégico que le permita producir sin problemas”.
En cuanto a la presencia del Coronavirus y un posible impacto en el sector, explicó: “La uva es una fruta multimercado, tenemos vías de escape. Quizá nos afecte en la medida que exista mayor oferta en ciertos mercados, pero más allá creemos que por ahora no”.
Finalmente se destaca que el Seminario, en su primera jornada de ayer lunes, estuvo centrado en mostrar el desarrollo de nuevas variedades de programas en universidad estadounidenses y el USDA. Y para los próximos días contempla además de otras destacadas exposiciones y temáticas, una gira técnica, donde se visitará el valle de Aconcagua y la región Metropolitana.