Italia: Expertos desarrollan cubiertas plásticas para mejorar la calidad de las uvas

El Centro Italiano de Investigación en Viticultura y Enología (CREA-VE) pronto comenzará a realizar pruebas de campo la zona Turi para determinar cómo las condiciones de temperatura durante el ciclo de crecimiento de la uva pueden afectar parámetros como la firmeza y la deshidratación, lo que puede reducir la calidad y la vida útil de esta fruta.

El equipo de investigación está compuesto por Marco Vendemia, Leonardo Scarano, Giovanna Forte y coordinado por Antonio Coletta y Giovanni Gentilesco. Los especialistas comentaron que los productores pueden mitigar con éxito el estrés por calor, garantizar condiciones óptimas de cultivo de uvas y mejorar la calidad general del producto combinando estrategias y gestionando cuidadosamente la reflectividad y la transparencia de la cubierta.

Según EasFruit, la vida útil de la uva está influenciada por varios factores: temperatura, humedad, envasado y exposición al etileno. Aunque estos parámetros pueden variar dependiendo de la variedad de uva cultivada, todos ellos están relacionados con el momento de la cosecha y la calidad de la uva.

La calidad, el sabor, las condiciones de almacenamiento y la vida útil de las uvas están significativamente influenciados por el grado de madurez en el momento de la cosecha. De acuerdo con los expertos estos parámetros están relacionados con el control de la temperatura y la exposición al calor, que son cada vez más frecuentes e intensos con el cambio climático. Al controlar cuidadosamente varios factores, incluidos los niveles de acidez y pH, y los azúcares, los productores pueden extender la vida útil de las uvas de mesa eligiendo el momento adecuado para cosechar.

Consecuencias del exceso de calor

Las uvas sometidas a estrés térmico son propensas a la deshidratación, lo que provoca una disminución del tamaño de la fruta y un aumento de la concentración de azúcar. El calor excesivo durante la maduración puede acelerar la pérdida de agua de las uvas provocando su deshidratación y arrugamiento. Las uvas pueden arrugarse y perder firmeza, lo que puede provocar mal gusto y sensaciones desagradables en general.

Según los expertos el efecto del calor sobre la acidez y el aroma de las uvas puede tener un impacto significativo en su vida útil y su calidad general. La exposición a altas temperaturas puede provocar una disminución del contenido de ácido de las uvas. El calor puede acelerar los procesos metabólicos que conducen a la descomposición de los ácidos orgánicos. Una disminución de la acidez es un factor de pérdida de frescura y calidad general de las uvas. La pérdida de acidez y sabor también puede afectar la textura de las uvas. Es posible que comiencen a ablandarse. Esta reducción de textura reduce aún más la preferencia del consumidor y acorta la vida útil de las uvas.

En cuanto al color, este indicador es importante respecto a la madurez. Las diferentes variedades de uva cambian de color a medida que maduran. La cosecha en la etapa de color correcta garantiza que las uvas estén completamente desarrolladas y listas para comer. Las altas temperaturas pueden provocar quemaduras y deshidratación en el lado directamente expuesto a la luz. También puede afectar la apariencia del racimo y las uvas provocando decoloración o coloración excesiva y potencialmente degradando la calidad general del racimo. Las altas temperaturas durante el ciclo vegetativo de la uva pueden afectar la apariencia de la vid, provocando deshidratación durante el almacenamiento.

Uso de cubiertas plásticas

El uso de cubiertas plásticas puede considerarse como una estrategia de adaptación a diversos problemas asociados a las condiciones de cultivo. “Se pueden utilizar para contrarrestar malas condiciones que pueden afectar negativamente la calidad y la vida útil. Básicamente, las cubiertas de plástico pueden proteger contra condiciones climáticas adversas como caídas repentinas de temperatura, heladas o lluvias intensas, especialmente durante las etapas vulnerables del desarrollo de la uva, así como prevenir daños a flores y frutos. Al mismo tiempo, el uso de una cubierta de plástico con un cuidadoso control de la temperatura y técnicas de sombreado puede ayudar a mantener el producto final en los estándares deseados del mercado, especialmente durante los períodos cálidos del año.”, detallaron los especialistas

La reducción del calor bajo una cubierta de plástico se puede lograr principalmente mediante la reflectividad. Este parámetro es crítico para optimizar las condiciones térmicas. La manta reflectante puede reflejar la luz solar hacia las vides, reduciendo la absorción de calor por parte del suelo. Una cubierta de plástico reflectante del calor diseñada para reflejar la radiación infrarroja puede ayudar a reducir la cantidad de calor absorbido por las vides y el suelo.

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