Un nuevo estudio realizado por investigadores del Centro para el Envejecimiento Cerebral Saludable (CHeBA) de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW Sydney) en Australia detalló que un mayor consumo de frutas puede ser un factor importante para reducir el riesgo de depresión.
El estudio publicado en el Journal of Affective Disorders contó participantes de diferentes países como Estados Unidos, Suecia, Nigeria, Malasia, Australia y Brasil.En total, los científicos entrevistaron a 7.801 adultos que no padecían depresión. Luego analizaron el consumo de frutas y verduras a través de un cuestionario, que abordó la frecuencia, sus historiales alimentarios y evaluaron posibles síntomas de depresión.
Las asociaciones entre la ingesta de frutas y verduras y la incidencia de depresión durante un período de 3 a 9 años se analizaron mediante la regresión de Cox, un método que permitió construir un modelo predictivo que estimó la probabilidad de que el evento ocurra en un momento determinado. A partir de esto, se concluyó que efectivamente existe un vínculo beneficioso entre un mayor consumo de fruta y un menor riesgo de desarrollar depresión.
Esta posibilidad ya había sido planteada anteriormente por la comunidad científica. Los altos niveles de antioxidantes, fibra dietética y vitaminas presentes en estos grupos de alimentos han sugerido previamente que las frutas y verduras podrían tener una influencia beneficiosa en la salud mental. Su poder nutricional puede servir como mecanismo de prevención, al igual que su papel en la inflamación, el estrés oxidativo y la microbiota intestinal.
El estudio también destacó la probabilidad de que diferentes tipos de frutas pueden tener diferentes impactos sobre el riesgo de depresión. La evidencia de que las frutas cítricas y las verduras de hojas verdes se asocian con un menor riesgo de síntomas depresivos es especialmente sólida. Aunque los resultados de este análisis indicaron un beneficio potencial de comer verduras, no fueron estadísticamente significativos.
Annabel Matison, quien dirigió el estudio explicó: “La razón por la que encontramos una relación beneficiosa entre comer frutas pero no verduras puede ser que las verduras normalmente se consumen cocidas , lo que puede afectar su contenido de nutrientes , mientras que las frutas normalmente se consumen crudas. En cualquier caso, el descubrimiento de una asociación protectora entre el consumo de frutas y el riesgo de depresión demuestra la necesidad de poner mayor énfasis en la dieta en el cuidado de la salud”.