Industrias de productos frescos y envases piden a eurodiputados reconsiderar la propuesta sobre envases

Febrero 28, 2024|Actualidad, Promoción|


Las nuevas normas aumentarán el desperdicio de alimentos, perjudicarán a la industria y apenas aportarán beneficios medioambientales, según destacan los representantes de las industrias de productos frescos y envases.

Representantes de las industrias de productos frescos y envases han pedido a los diputados del Parlamento Europeo que reconsideren la nueva normativa europea propuesta sobre envases y residuos de envases, normas que consideran injustas, inasequibles, contraproducentes y basadas en fundamentos legislativos débiles.

En una carta abierta a los eurodiputados, entregada a finales de la semana pasada a la presidenta del Parlamento, Roberta Metsola, y a otros funcionarios claves, los firmantes expresan su “profunda preocupación” por una versión revisada del Reglamento sobre Envases y Residuos de Envases (PPWR) que fue formulada recientemente por los Estados miembros de la UE a través del Consejo Europeo.

“Pedimos a los negociadores que consideren seriamente la posición del Parlamento de la UE de rechazar las restricciones a los envases de un solo uso… y que consideren la debilidad objetiva de los fundamentos en los que se basa el PPWR”, afirman en la carta, agregando que es clave para las organizaciones firmantes contar con un marco regulador de apoyo que “sea justo, realista y asequible, es decir, que no comprometa la seguridad de los productos y tenga en cuenta las especificidades de los distintos productos”.

Frustración

Para varios agentes del sector resulta frustrante el hecho que la propuesta votada por el Parlamento en noviembre de 2023 ya ofrecía lo que, según ellos, era “un buen compromiso” que aparentemente tenía en cuenta las opiniones de todas las partes interesadas. Pero desde entonces, el Consejo ha vuelto a introducir restricciones a los envases de un solo uso para las frutas y hortalizas y el sector horeca dentro de las nuevas normas propuestas.

“Tememos que tales restricciones perjudiquen a estos sectores y a las partes interesadas pertinentes, así como a la capacidad de los envases de un solo uso para abastecer adecuadamente el mercado de la UE y añadir valor a los productos”, señaló el grupo, agregando que temen “que estas disposiciones conducirían inevitablemente a un aumento del desperdicio de alimentos con repercusiones negativas para el medio ambiente, un incremento de los costes, así como riesgos para la seguridad alimentaria de los consumidores”.

Las restricciones nacionales, como las introducidas por Francia, también pueden mantenerse si no se modifica más la normativa. “Esta disposición es contraria a la base jurídica del mercado interior de este reglamento, cuyo objetivo es armonizar la gestión de envases y residuos de envases”, afirma. “Prevemos el riesgo de una fragmentación del mercado interior que provoque distorsiones del mercado, sobrecostes innecesarios y desventajas competitivas”.

Sector de frutas y hortalizas en apuros

El grupo se mostró especialmente preocupado por la propuesta de prohibir los envases de plástico de un solo uso para frutas y hortalizas.

“Los envases para productos frescos representan sólo el 1,5% de todos los envases para alimentos utilizados actualmente en la UE”, señalaron los firmantes, añadiendo que “alrededor del 50% de las frutas y verduras frescas ya se venden a granel en la UE”. Esta disposición “viola muy probablemente el principio de igualdad de trato consagrado en la legislación de la UE”, añadió.

La evaluación de impacto preliminar, que ha recibido “numerosos comentarios y críticas” desde el propio sistema legislativo europeo, es profundamente errónea, pues “hace referencia a múltiples modelos de análisis para las evaluaciones ambientales, económicas y sociales, con escasa coherencia y posibilidad de comprobar y replicar los resultados de la evaluación de impacto; en general, no es clara en cuanto a las fuentes de datos utilizadas y los métodos de cálculo; y limita, omite o resuelve precipitadamente el análisis de categorías enteras de impacto ambiental, económico y social clave.”

Al parecer, esa evaluación estima que los “beneficios ambientales alcanzables” serán inferiores al 1% de las emisiones anuales de CO2 de Europa. “Un resultado irrisorio, y además sobreestimado, ya que no considera en absoluto el impacto medioambiental causado por el aumento del desperdicio de alimentos”, cerró el grupo.

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