“Gallito de la Pasión”

Enero 27, 2017|Opinión|

Por Jennyfer Salvo Cofman,  Asesora en Materias de Innovación de ProChile

Jenny6completUna cereza chilena, roja, suave, lisa, luminosa y delicadamente dulce cruzó casi 20 mil kilómetros de mar y continente. Atravesó montañas y mares, culturas y costumbres. Al final del viaje, la espera un Gallo Rojo, un Gallo de Fuego, a punto de lanzar su canto que anuncia un nuevo año, el 4.715 del calendario chino. Gallo Rojo del color del fuego, que es el color de la piel de la cereza, de su carne y de los labios que tentados, morderán este fruto, que en esas tierras lejanas representa a la buena fortuna.

Ha ocurrido así los últimos años. El creciente volumen de cerezas chilenas al mercado asiático, y en particular a China, se explica gracias al esfuerzo coordinado de productores y exportadores, al apoyo del Estado y al respaldo en imagen, prestigio y confianza que proporciona la marca de los alimentos exportables chilenos: Foods from Chile.

Se comprueba una vez más, que calidad y eficiencia requieren caminar de la mano del afecto, de la sintonía fina con los consumidores. Así lo ha hecho la campaña de marketing que inteligentemente ha desarrollado el comité de cerezas en China. Lo que hoy parece natural: celebrar el Año Nuevo o agasajar a un amor con cerezas chilenas es un gusto aprendido y de corta data. Cherries From Chile ha optado por agregar a los atributos propios del producto, un relato que pone en valor lo que se hace con cariño. Y aunque hablemos poco de eso, los que compran y regalan este lujo (una cereza puede llegar a costar US$ 1 la unidad) y los que las producen ponen su esfuerzo, su tiempo y su trabajo al servicio de esta deliciosa y delicada fruta.

La cereza es rica en vitaminas y antioxidantes, es fuente de fibra, reconocida como alimento para el cerebro porque previene la pérdida de la memoria, baja en calorías, beneficiosa para reducir dolores de músculos y tendones en deportistas. Magnífica cereza chilena, roja, deliciosa, que avanza conquistando también otros mercados asiáticos como Malasia, Corea, Taiwan, Tailandia y Japón. Cumplidora cereza que llega sin falta a la cita de quien la espere. No importa las distancias, como amante fiel que cumple su palabra, vestida de tonos rojos que encantan y acompañan en China la llegada del Año del Gallo. Podríamos decir que existe incluso una canción nacional para celebrar este encuentro: “Gallito de la pasión, no salgas a enamorar….Y él contestó muy ufano: es cierto que soy chiquito, pero puedo asegurarles que soy un gallo hombrecito”

El amor entre la cereza chilena y el Gallo chino pone una vez más de relieve el valor y las cualidades de nuestros productos. Reitera los atributos de enorme impacto que constituyen el fundamento de nuestra oferta alimenticia: trazabilidad, inocuidad, garantía internacional, calidad y sabor natural.

Si los augurios orientales de buena fortuna se cumplen- y estoy segura que lo harán porque sólo de nosotros depende- este será un amor para toda la vida.

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