“El 62% de los consumidores ya ha modificado sus hábitos de compra, adaptándolos a su renta”, explican desde de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Los precios de la fruta, especialmente las veraniegas, se están viendo afectados en plena ola de calor alcanzando su mayor importe, en un clima de aumento de los valores de la cesta de la compra.
Esta tendencia alcista se ha intensificado desde el mes de abril, como indican los datos de la consultora IRI, que observa una subida anual del precio de la sandía del 18,7% y del melón del 3,2% también respecto a abril de 2021. Según ha hecho público la Agencia Efe, los precios de las frutas subieron, en general, en abril un 10,3% y el ascenso ha ido aumentando.
“La espectacular subida de los precios de la alimentación -la mayor en 28 años según datos del INE- ya está teniendo efectos en los hábitos de compra”, han fuentes de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
“El 62% de los consumidores ya ha modificado sus hábitos de compra, adaptándolos a su renta”, explican las mismas fuentes, asegurando que “uno de cada cinco reconoce que ha dejado de comprar alimentos como la carne, el pescado, las frutas y las verduras”.
En el caso de las frutas, con el alza de precios, “el consumidor va a buscar productos sustitutivos”, quizá “otro tipo de postres que a sus ojos resulten más baratos” y que “puede que no coincidan con los más sanos”.
En IRI han indicado que el mercado de la fruta fresca “se enfrenta a una histórica tendencia alcista de la inflación” después de “haber superado una pandemia, huelga de transportes, condiciones meteorológicas adversas e incluso la erupción volcánica de La Palma”.
El responsable nacional de frutas y hortalizas de la asociación agraria COAG, Andrés Góngora, ha reconocido que los precios de las refrescantes frutas de verano son “poco accesibles para el consumidor”.