Por Rodrigo Díaz, Asesor de ASOEX
Aparentemente, vamos bien. Pero una mirada más detallada de los datos, puede reducir nuestro optimismo.La economía creció un 4,9% en junio y un 4,7% en el primer semestre. Excelente resultado si se lo compara con la expansión de los últimos 4 años (1,75%). Pero hace unas semanas, el índice de desempleo de junio llamó la atención: 7,2%. Dos décimas más que igual mes del año anterior.
¿Por qué sube el desempleo si a la economía le va mejor?
Por una cuestión de expectativas. Este año mucha gente ha salido a buscar empleo que antes se había restado del mercado laboral.
El problema es que no hay tanta demanda por trabajadores aún como para absorber a los nuevos entrantes. Esto, porque la inversión no está muy dinámica aún.
Según el Banco Central, la inversión en el primer trimestre alcanzó el 19,6% del PIB. Eso es poco si se quiere crecer al 5%. Se supone que (de acuerdo a las regularidades empíricas de Kaldor) para crecer un punto hay que invertir cinco. O sea, para crecer 5%, hay que invertir 25% del PIB.
Es decir, estamos creciendo un punto por encima de nuestras posibilidades, lo que es posible por cortos periodos de tiempo, cuando la economía ha acumulado capacidad ociosa (que es exacto nuestro caso).
Dos fuerzas aún no entran en acción. La llegada de nuevas inversiones extranjeras al país, lo que se ve difícil que ocurra antes de la nueva reforma tributaria. Y mayor empuje en la inversión en obras y construcción. Hasta ahora se observan aumentos en la venta de camiones e importación de maquinaria, pero ambas están en línea con la construcción.
Un elemento fuerte en el empuje del PIB, es el consumo (y los créditos). El otro son las exportaciones, las que al primer trimestre del año representan el 28% del PIB.
El problema es que estas siguen ligadas al cobre. Y como el precio del cobre ha bajado debido a la incertidumbre mundial, es probable que los envíos al exterior no sean tan dinámicos en el segundo semestre. Y tampoco el consumo.
Si el Ministerio de Economía no logra agilizar pronto el “pipeline” de proyectos entrampados en la maraña medioambiental, es muy probable que la economía no logre mantener el estupendo ritmo de crecimiento de los primeros seis meses del año.
Es más, incluso éste podría bajar a niveles del 3%. Espero equivocarme.