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El arándano se ubica como unas de las frutas más consumidas del mundo gracias a sus beneficios para la salud, que con los años han tomado fuerza. La psiquiatra especializada en nutrición de Harvard, Uma Naidoo, aseguró al medio AS que esta fruta es el alimento número uno, que no pasa una mañana sin comer. “Hay muchas opciones a la hora de elegir alimentos que deberían formar parte de nuestra dieta diaria, pero el más beneficioso cuando se trata de ayudar a que el cerebro envejezca bien es el arándano” agregó.
Estas frutas son muy ricas en flavonoides, que son un grupo de nutrientes químicos vegetales que se encuentran en frutas y verduras. Los estudios han encontrado que estos compuestos pueden reducir el riesgo de enfermedad de Alzheimer. Las personas que siguen una dieta que incluye al menos media porción diaria de alimentos ricos en flavonoides pueden tener un riesgo un 20% menor de deterioro cognitivo, según un estudio de 2021 del Neurology Journal. Además, los arándanos ayudan a que la sangre fluya hacia el cerebro, reduciendo así el riesgo de demencia vascular. Se ha descubierto que agregar esta fruta a la dieta ayuda en la terapia del Alzheimer.
Al igual que otros fitonutrientes, los flavonoides tienen un alto contenido de antioxidantes. Los antioxidantes de los arándanos (antocianinas que dan a estas berries su color característico) tienen propiedades antienvejecimiento. Combaten la anti-inflamación y el estrés oxidativo. Estos efectos negativos ocurren cuando moléculas inestables o radicales libres dañan las células. Los arándanos ayudan a combatir estos efectos nocivos, reduciendo el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como cáncer, enfermedades cardíacas, obesidad y diabetes tipo 2.
Pero no solo eso beneficios tiene esta superfruta. De acuerdo con investigaciones gracias a la fibra que contienen, los arándanos facilitan la digestión y mejoran la salud intestinal. Además, debido al alto contenido de fitoesteroles (factores alimentarios que reducen la absorción de colesterol en el intestino), pueden reducir los niveles de colesterol que de otro modo obstruyen las arterias. Esto, a su vez, reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular.