Comité de Arándanos de Chile: “La tarea hoy es adaptarse al nuevo escenario de mercado con consistencia, calidad y competitividad, donde el recambio varietal juega un papel clave, pero no es suficiente”

  • “Decidimos entrar a un programa de validación de variedades porque creemos que es importante entregar información confiable, independiente y pública de las nuevas variedades, que facilite la decisión de recambio varietal”, Julia Pinto, gerenta técnica del Comité de Arándanos de ASOEX
  • North Bay Produce ofrece variedades nuevas probadas para Chile, donde se espera llegar a las 200 hectáreas

Andrés Armstrong, director ejecutivo del Comité de Arándanos de Chile-Asoex, durante su intervención en Fruittrade 2023, se refirió al nuevo presente y futuro de la industria del arándano chileno, donde el recambio varietal y la elección de la variedad adecuada es clave.

“Cuando se creó el Comité de Arándanos hace 14 años los temas principales eran la calidad, inocuidad y crecimiento en nuevos mercados. Sabíamos que venía mucha producción, Asoex con apoyo de ProChile y los exportadores asociados al Comité realizamos un importante esfuerzo de promoción para aumentar el consumo en nuevos destinos y diversificar mercados. Fuimos los primeros en ir a China y Corea, aumentando también las exportaciones a Europa. Se logró generar demanda para el crecimiento productivo que tenía Chile en ese entonces. Hoy día, el escenario es un poco diferente, existe producción creciente desde distintos países y por ello, nuestro foco como industria -actualmente- está orientado a cómo nos adaptamos a este escenario competitivo y cómo proveemos una calidad consistente”, describió Armstrong.

Y eso pasa, según el profesional, desde elegir las variedades, generar sistemas logísticos más rápidos y al mismo tiempo ser más productivos para bajar costos, “porque estamos en un escenario de precios que hace más ajustado nuestro negocio. No se trata sólo de tener una fruta de calidad, pues si no somos eficientes nos costará seguir compitiendo, por lo tanto, la consigna es consistencia, calidad y competitividad”

Al respecto, el director ejecutivo dijo que desde el Comité se ha promovido un recambio varietal, al mismo tiempo que dejar algunas variedades nuevas que se han probado. Este proceso, ha significado un impacto en los volúmenes del arándano chileno, pasando de 117 mil toneladas en 2020-2021, a 107 mil en el ejercicio 2021-2022, y a 87 mil la temporada pasada. Mientras que para el nuevo ejercicio se está evaluando la estimación de temporadas, que dependerá – en gran medida- del impacto del clima y también de la salida de plantaciones antiguas y el impacto de las nuevas.

Andrés Armstrong, director ejecutivo Comité de Arándanos de Chile-ASOEX

 

El recambio varietal es clave, pero no es suficiente

Julia Pinto, gerenta técnica del Comité de Arándanos de ASOEX, destacó que, a nivel general en la industria del arándano del mundo, el 50% de los consumidores no está contento con su compra de arándanos. “Escuchar esto es fuerte, pues para poder seguir colocando arándanos en el mercado, se debe revertir esa situación, es decir, apostar a las tres C: calidad, condición y consistencia”, expresó.

Pero ¿Cómo se construye esa fruta que buscan los consumidores? Según la profesional, para lograr las tres C, es importante tener claro por cuál variedad se recambia, pues “no basta con recambiar, sino que tengo, por ejemplo, evaluar bien dónde ubico la variedad. Muchas variedades no son malas porque genéticamente sean malas, nosotros las colocamos en lugares que no corresponden y no le estamos sacando el potencial que tiene esa variedad. Por lo tanto, no sólo basta tener este gran número de variedades, sino que hay que saber los requerimientos de la variedad, conocer sus debilidades y fortalezas”.

La ingeniera agrónoma destacó la calidad y la productividad como un pilar clave dentro de os 5 pilares definidos por el Comité, y el cual hace referencia a “la disponibilidad de información para mejorar la calidad, productividad e inocuidad a lo largo de toda la cadena productiva. Y dentro de ello, hay cuatro metas de corto plazo: Mejorar la calidad de los arándanos de Chile de forma permanente; Implementar el sistema de calidad. Así como también ir trabajando en los riesgos asociados a inocuidad y fitosanidad, donde creo que la industria va bastante bien. Y por último está el promover el recambio varietal”.

Julia Pinto, Gerenta Técnica Comité de Arándanos de Chile-ASOEX

Asimismo, observó que, en la última reunión de la IBO, el tema de las nuevas variedades y elegir la correcta fue un tema clave, pues todos en la industria buscan ser más productivos. Tener más kilos por hectáreas a menos costos, y que esos kilos tengan el mayor porcentaje de exportación. Materia en la cual, a juicio de la profesional, los viveristas y genetistas también juegan un rol importante, como, por ejemplo, el trabajar en variedades que tengan menor requerimiento de agua o que posean resiliencia al cambio climático y eventos extremos, como las olas de calor.

Hoy, los productores se enfrentan a un mercado de oferta de genética extremadamente competitivo y agresivo. Por ello, muchos de ellos se preguntan ¿Por cuál variedad cambio?, ¿Cómo me aseguro de que la planta que compro va a tener éxito y no tendré que cambiarla en dos, tres años más por otra?, y aquí es donde el Comité de Arándanos ha jugado un rol importante.

“Una de las primeras cosas que hicimos como Comité es la segregación de variedades, lo llamamos “tipificación de variedades”, es decir, separamos entre las variedades que sí están y las que no están en condiciones de ser exportadas por su genética, buen calibre, postcosecha, sabor, entre otras variables”, comentó la gerenta.

De esta forma, el Comité definió 3 grupos de variedades de arándanos. En el grupo 1, se ubican aquellas que tienen las condiciones para ser exportadas. Grupo 2, aquellas que requieren mejor manejo para su exportación, y en el grupo 3, aquellas que no deberían enviarse a los mercados, pues su condición y calidad no es la que se esperan en destino.

“No obstante, tener una variedad del grupo 1, no significa que se está listo para exportar. Debemos asegurarnos el aplicar las buenas prácticas de construcción de fruta, es decir, manejos de precosecha, así como todo lo que hago después, durante la gestión de cosecha, ya que, si la fruta la construyo mal, no hay nada que en la gestión de cosecha y la postcosecha se pueda hacer para mejorar la fruta. A pesar de que se trate de variedades del grupo 1, tenemos que trabajar estos tres aspectos bien.

 

Con la tipificación de las variedades ¿Se ha mejorado?

Según Julia Pinto, la tipificación “ha permitido a la industria ir mejorando su calidad. Si bien, lo que hace el Comité es sugerir un cambio, la industria se ha dado cuenta que; exportar sólo lo que se sabe tendrá buen resultado en los mercados es fundamental. Por ejemplo, en las variedades del grupo 3, en 2017 exportábamos 24,5 millones de kilos, hoy estamos enviando 4,6 millones de kilos. En las del grupo 2 estábamos con 32 millones de kilos y llegamos a la temporada recién pasada a 17,5 millones de kilos”.

Añadió:”Creo que cada empresa debe tener un sistema de segregación. Muchas empresas saben cuáles son los productores buenos. En gestión de cosecha también y terminamos con postcosecha”.

Finalmente, la gerenta del Comité observó que, así como elegir la variedad adecuada y construirla correctamente son procesos claves, también lo es que la variedad sea productiva. “Puedo tener una excelente variedad, pero si saco pocos kilos por hectáreas, no me da. No saco nada con sacar 20 toneladas, si después sólo 6 a 10 salen a la exportación”, aclaró.

 

Recambio de la mano de North Bay Produce

“Como importadores y exportadores nos damos cuenta de que, el escenario ha cambiado, que hay una tremenda oferta de Perú, pero me pongo la camiseta de Chile con todo ¿Cómo seguimos siendo competitivos y cómo North Bay se adapta al mundo con los cambios que se están viviendo?, creemos que apostando a nuevas variedades que le entreguen mayor consistencia, calidad y competitividad”, puntualizó Ruy Barbosa gerente de North Bay Produce en Chile y director del Comité de Arándanos de Chile.

Barbosa puntualizó que se proyecta que entre 7 a 10 años más habrá un consumo de 2 millones de toneladas de arándanos a nivel global. “Hay mucho arándano por comer todavía. Hay una gran demanda para absorber la oferta”, relevó, destacando que el arándano ha sido uno de los frutales que mayor adaptabilidad ha tenido en el mundo, ya que, creció en Canadá con un clima frío y ahora se produce en el desierto. Además, fue la primera fruta que se catalogó como súper fruta y eso la entregó una cualidad especial. Asimismo, posee una alta repetición de compra y también genera un margen de contribución en los comercializadores y en los supermercados.

“El arándano dejó de ser un producto estacional, como era en su principio en EEUU, para ser un producto que se consume todo el año, con abastecimiento las 52 semanas del año. Por ello, hoy con la gran oferta que hay, perder el espacio que nos hemos ganado es terrible, por lo tanto, en el caso de nuestra empresa, en la temporada tenemos el abastecimiento de Perú, México y Florida y Chile. Y sucede que, para evitar perder nuestra posición en los mercados, tenemos que dejar de correr riesgos y de mandar una fruta inconsistente, que tenga un rechazo”.

Dado el crecimiento de la oferta, pero también del consumo, diferenciarse resulta imprescindible, es por eso que decidieron entrar el programa de variedades de arándanos Sekoya, integrándose como licenciatarios, pudiendo plantar en distintas partes del mundo. Y hoy, están invitando a los productores chilenos a entrar a este programa.

Ruy Barbosa, North Bay Produce

“Tenemos un grupo de productores con los que hemos trabajado antes que estamos viendo que ingresen. Hay apoyos para los productores con respecto a las plantas, así como espacio para que otros productores ingresen”, señaló Ruy Barbosa.

Agregó: “Lo importante es que hemos probado estas variedades en Chile, por lo mismo, la información para los productores está”. En este marco, comentó que se está trabajando con variedades Sekoya, y las variedades de los grupos 1 y 2 tipificadas por el Comité de Arándanos. La fruta de las variedades Sekoya que cumpla con los estándares exigidos llevan la marca Livie. Luego vienen dos marcas, Réserve y la tradicional North Bay, donde vamos a poner sólo variedades que son buenas y de nueva generación, pero que cumplan con los estándares de mercado.

Añadió que las variedades Sekoya han mostrado un desempeño espectacular. “Las estamos vendiendo, actualmente, en China con precios entre 160 y 180 Y, con una diferenciación de 20% y 30% superior al precio de variedades como Ventura y Biloxi”, observó.

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