Por: Ronald Bown Fernández, Presidente Consorcio Tecnológico de la Fruta S.A.

Es por ello que no entendemos y nos preocupa sobremanera que no se apruebe el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP), ya que ello nos colocaría en una situación sumamente desmejorada con respecto a nuestros competidores, tales como Australia, Nueva Zelanda y Perú, países que adscribirán dicho Acuerdo y que disfrutarán de un acceso preferencial a países que representan a más del 18% de la economía mundial.
Adicionalmente, nuestro país ha iniciado, desde hace ya más una década, diversos programas de mejoramiento genético en diversas frutas: uva de mesa, manzanas, carozos y cerezas, así como con las primeras frambuesas chilenas, las que están siendo producidas principalmente por la Agricultura Familiar Campesina.
En consecuencia, el acceso de nuestros fruticultores a nuevas variedades depende de que Chile proteja adecuadamente los derechos de sus creadores, tanto de las producidas en el exterior, como de las desarrolladas en nuestro país, las que quedarán desprotegidas de no ratificarse la implementación del Convenio UPOV 91, ya aprobado por nuestro Congreso en el año 2011.
Hacemos un llamado a nuestros parlamentarios a aprobar el CPTPP, lo que trae aparejado la implementación de la UPOV 91 en nuestro país y que constituirá un gran aporte para aumentar la competitividad del sector frutícola nacional, evitando así perder posiciones respecto de terceros países.