
Reino Unido depende en gran medida de las importaciones de frutas y verduras, y actualmente importa el 65% del suministro total del Reino Unido. En caso de no llegar a un acuerdo, las importaciones de la UE estarían sujetas automáticamente a los nuevos aranceles generales más altos del Reino Unido.
Además, las importaciones de países no pertenecientes a la UE también pueden estar sujetas a aranceles más elevados. Como miembro de la UE, el Reino Unido se benefició de unos 40 acuerdos de libre comercio firmados por la UE. El Reino Unido ha firmado hasta ahora acuerdos bilaterales que reproducen poco más de 20 de estos acuerdos.
El análisis informa que, si los aumentos de tarifas se traspasan directamente a los ciudadanos del Reino Unido, la familia británica promedio pagaría un 4% más por sus frutas y verduras, además de que los precios de algunos productos podrían aumentar aún más; por ejemplo, los tomates podrían volverse más altos. % más caro.
Ejemplo concreto
“Para una familia de cuatro (dos adultos y dos niños), esto significaría un aumento de £ 25 a 28 al año (dependiendo de la edad de los niños) en su factura de frutas y verduras.
Si las familias aumentaran su consumo a las 5 porciones al día recomendadas, esto costaría £ 65 por año más para una familia de cuatro en un escenario sin acuerdo.
El informe señala que la industria alimentaria “ha estado advirtiendo del potencial de costos adicionales y retrasos significativos en las fronteras del Reino Unido”, como controles aduaneros y fitosanitarios; falta de capacidad de almacenamiento en frío en el Reino Unido; potencial de escasez y aumentos concomitantes de los precios de los alimentos.
Estos problemas afectarían particularmente a los productos alimenticios perecederos, incluidas las frutas y verduras.
El impacto real “podría ser aún mayor”, adviritó el Dr. Paraskevi Seferidi del Imperial College de Londres.
“Los costos adicionales que no se tienen en cuenta en nuestro análisis, como los costos de transacción debido a los controles fronterizos, podrían exacerbar aún más el efecto estimado”, agregó
La Dra. Soledad Cuevas de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (LSHTM) agregó que esta es la primera vez que se utilizan los aranceles generales del Reino Unido, recientemente publicados, para estimar el impacto potencial del Brexit en el costo de las importaciones de frutas y verduras.
“Aunque es difícil saber qué parte de estos aumentos de costos se traspasarán a los consumidores, estos resultados preliminares son preocupantes, tanto para los consumidores como para los productores”.
Finalmente, se destaca que el análisis indica que Reino Unido produjo 3,1 millones de toneladas de frutas y verduras el año pasado, una cuarta parte de lo que la población del Reino Unido necesita para cumplir con las recomendaciones de la “Guía Eatwell” del NHS.