El sudeste asiático, con su enorme diversidad cultural y económica, y su alta densidad poblacional, representa sin dudas un enorme interés para los productores frutícolas del hemisferio sur, según destaca análisis de Topinfo.
Con una población total de 72 millones de habitantes, y una superficie de 515.105 km cuadrados, Tailandia es el cuarto país más poblado del ASEAN (20vo a nivel mundial) y es la 21va economía a nivel mundial considerando su PBI. El 75% de su población es de la etnia tailandesa, seguido por los chinos (14%) y malayos (3%). El resto de la población está conformado por otras etnias minoritarias y una creciente comunidad de inmigrantes. El budismo es la religión mayoritaria, practicada por el 95% de la población.
La capital, Bangkok, es la ciudad más grande, con 10.5 millones de habitantes. Funciona como el centro económico y financiero del país. Mientras que la mitad de la población vive en zonas rurales.
La desigualdad es muy alta en el país. La clase media es muy limitada y existe un alto contraste entre las clases altas y bajas. En 2019, un informe del Credit Suisse ubicó a este país como el país con la mayor desigualdad económica dentro de los miembros de ASEAN.
La economía de Tailandia es de mercado abierto y está fuertemente enfocada a las exportaciones. Las principales actividades son la industrial y el sector terciario, dentro de este el turismo adquiere especial importancia. En el año 2022 fue el 8vo país más visitado del mundo, con 40 millones de turistas. Y se proyecta un crecimiento aún mayor. En el sector primario se destaca la producción de caña de azúcar, arroz, mandioca, aceite de palma, maíz y caucho natural.
Debido a su clima tropical húmedo, este país destaca en la producción de frutas tales como mangos, piñas, papayas, plátanos, lichis, durianes y otros. Es un exportador neto de frutas, con un superávit de 3.051 millones de dólares en 2020.
Sin embargo, debido a las características de los diferentes grupos de consumidores, hay una creciente demanda por alimentos importados. Los principales proveedores son sus socios regionales, China, Vietnam e Indonesia. A pesar de ello, en los últimos años la dinámica comercial con los países del hemisferio sur, como Chile y Perú, ha aumentado notablemente, impulsado principalmente por la firma de acuerdos de libre comercio.
La demanda de frutas importadas esta principalmente sostenida por dos grupos. La población propiamente tailandesa de ingresos medios a altos, que se concentra en Bangkok. Y por otro, los turistas y extranjeros radicados en Tailandia.
La comunidad de extranjeros residentes en el país es muy relevante, especialmente en ciudades como Bangkok, Phuket, Chonburi y otros puntos de relevancia turística. Las comunidades más significativas son la estadounidense, japonesa, coreana, china, alemana, francesa y británica. Por otro lado, los turistas, al sustentar gran parte de la demanda HORECA, son un sector relevante para el consumo. Dentro de este grupo, los extranjeros y turistas de origen occidental suelen consumir más frutas que los orientales, a la vez que suelen ser consumidores más informados y dispuestos a pagar más por un producto de mayor calidad.
A pesar que de que, durante la pandemia, la demanda de frutas importadas mostró una ligera reducción, la misma venía experimentando un crecimiento sostenido. Se espera que las ventas se incrementen una media anual de 2,8% hasta 2025. En contraste con las frutas producidas localmente, las frutas importadas se ubican dentro del mercado “Premium”.
Una característica interesante del mercado tailandés es la fuerte preferencia de los productos frescos por sobre los procesados, ya que son percibidos como más saludables. Por ejemplo, el consumidor sólo recurre a comprar frutas enlatadas si la presentación fresca se encuentra fuera de temporada. En el segmento más joven viene tomando impulso la demanda de fruta orgánica certificada.
Otra característica especial compartida con países vecinos (como en China) es la creciente tradición de regalar fruta de alta calidad para ocasiones especiales. Es cada vez más habitual encontrar en el mercado cajas o cestas decoradas especialmente. Las frutas más buscadas para este fin son las cerezas, uvas y kiwis. Para los proveedores sudamericanos, las principales oportunidades de comercio se concentran en las uvas, mandarinas y naranjas, paltas, y arándanos. Chile y Perú, puntualmente, se encuentran entre los 10 principales países proveedores de frutas, aunque muy por detrás de los proveedores más cercanos (China, Vietnam, Indonesia).
De acuerdo a la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile, durante la temporada 2021-2022, Chile envío a Tailandia un total de 642.997 cajas de frutas frescas. De este monto, el 55% fue de cerezas, el 33% de uva de mesa, el 10% de arándanos, y el 1% de kiwis.
Frutas que despiertan interés
El arándano es una fruta introducida recientemente en este mercado, y se considera una fruta de lujo debido a su elevado precio. Es por eso que la demanda se sostiene en los sectores de ingresos medios a altos, principalmente entre los jóvenes que valoras los alimentos saludables. En este caso, para el consumidor el origen de la misma no es tan relevante, como si lo es la calidad y el calibre (se prefiere el calibre Jumbo). Una característica curiosa es la preferencia del consumidor por comprar fruta que exhiba una alta cantidad de pruina (“polvo blanco”), ya que, da la sensación de mayor frescura.
La uva de mesa es otra especie muy consumida en Tailandia, siedo su principal proveedor China, con el 70% de las importaciones.
Se destaca que los momentos de mayor consumo de uva en Tailandia los festejos de Año Nuevo, Navidad y Songkram (Año Nuevo budista). En estas temporadas se suele entregar uvas en canastas de regalo. El consumo también se dispara, durante el verano, debido a la mayor concurrencia de turistas.
La palta es otra fruta a la cual el paladar de los tailandeses parece haberse acostumbrado. Nueva Zelanda es el principal proveedor. La temporada de Nueva Zelanda se extiende desde septiembre hasta marzo. Tailandia cuenta, por otro lado, con una incipiente producción local, concentrada en las zonas del norte y el noroeste del país, iniciándose la cosecha en julio y teniendo su peak en septiembre.
Por su parte, la manzana es percibida como una fruta “Premium”. Se importa desde el hemisferio norte durante octubre-marzo (desde Estados Unidos, Francia y China), y recurre a los proveedores australes el resto del año. En este segmento, los principales proveedores son Chile, Australia y Nueva Zelanda.
Finalmente se encuentran los cítricos, donde Tailandia tiene una gran producción de cítricos local, principalmente de naranjas. Aun así, debido al clima cálido, se ha notado un descenso en la producción de naranja durante la última década, debido a problemas fitosanitarios. Las mandarinas son el tercer producto cítrico en importancia (detrás de las naranjas y pomelos). Es importante destacar que, en el caso puntual de los cítricos, la principal barrera para las importaciones son los estrictos protocolos fitosanitarios.