Perú: Industria proyecta positiva campaña de mandarinas y deja atrás un año desafiante

Abril 10, 2024|Proyecciones|

 

Fuente:Canvas.

Según FreshFruit, Perú se ha mantenido como un competidor implacable en los principales destinos del mundo. Sin embargo, la calidad de la mandarina aún no se desmarca de los competidores más directos. Esto especialmente se dio por la falta de variedades premium en el país. Pero en los últimos años esto ha ido cambiando. Con el aumento de la valorización de esta fruta, nuevas empresas están apostando por variedades patentadas de gran calidad.

2023 fue un año desafiante para la industria peruana: los fuertes fenómenos meteorológicos provocaron diversas crisis productivas. A lo anterior se sumó que la oferta mundial fue limitada durante la anterior temporada. Perú no fue la excepción, con un total enviado de 203.760 toneladas por un valor de US$ 232 millones, cifra que representó una caída del 8% en el volumen y 2% en el valor. A pesar de que el precio aumentó en poco más de 6%, cotizando en promedio en US$ 1.14 por kg, lo que no fue suficiente para compensar la caída productiva de la mandarina peruana.

Actualmente se clasifican las mandarinas en 2 grandes grupos, según su ventana comercial: las mandarinas tempranas y tardías. En las tempranas se identifican variedades como la Satsuma y Clementina. Estas suelen ser exportadas en su mayoría entre marzo y julio. Mientras que en las tardías se encuentran Murcott, Nadorcott, Fortuna, Nova y Primosole, que suelen exportarse entre junio y septiembre.

En el 2023, las variedades tempranas no se vieron tan afectadas a inicios del año. Sin embargo, las fuertes precipitaciones entorpecieron los procesos logísticos en su distribución. Incluso la oferta global no sentía gran escasez en la primera mitad del año, por lo que no hubo grandes aumentos en el precio recibido por estas mandarinas.

Respecto a las variedades tardías, estas sí vieron afectadas sus procesos de desarrollo, por lo que la producción se redujo, al igual que la del resto del mundo. La Murcott —principal especie exportada por el Perú— redujo sus volúmenes hasta en un 21%. Sin embargo, la escasez se empezó a sentir cada vez más en el mundo, por lo que el precio subió en casi un 14%. También variedades más premium como la Malvasio, Nadorcott y Tango ganaron terreno debido a la demanda insatisfecha mundial. Sin embargo, estas no pudieron escalar mucho en volumen debido al difícil momento climático que atravesó el país.

En la nueva temporada, las variedades tempranas comenzaron muy tímidamente. Esto debido a que la actual cosecha se vio afectada también por el fenómeno El Niño y las altas temperaturas. Sin embargo, se proyectó que las variedades tardías tendrán un mucho mejor año que el anterior debido a la temporada de frío que se pronosticó, la cual fue muy necesaria para el correcto desarrollo del fruto. Con ello, la industria prevé un año con números que superen el 2023, especialmente para las variedades de mayor calidad.

Mercados: Envíos caen a EEUU

EEUU  se ubicó como  destino principal de la mandarina peruana. Sin embargo, se vieron reducidos los envíos. La razón por la cual se redujeron en casi 33% no sólo respondió a la caída productiva del Perú, sino también a cierto redireccionamiento de los envíos hacia Europa. Esto se dio tanto en las variedades tardías como tempranas.

Aunque toda la producción mundial se vio afectada el año pasado, Europa presentó más temprano síntomas de desabastecimiento. Por ello, los precios tendieron a subir más rápido en esa zona, casi en 20%. Esto debido a que los mayores proveedores de ese lado del mundo, como son Sudáfrica y la región del sur de Europa, sufrieron caídas productivas mayores. En la actualidad, la recuperación se está dando lentamente. Los arranques han sido fríos y el norte ya está saliendo de su segunda campaña, por lo que los espacios para las temporadas más tardías se están generando positivamente.

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