Reuters
El fuego de la región de Xinjiang prendió la mecha de las mayores protestas sociales que se han visto en el gigante asiático
El incendio de la región de Xinjiang prendió la mecha de las mayores protestas sociales que se han visto en el gigante asiático en mucho tiempo: un incendio en un bloque de viviendas de Urumqi, capital de Xinjiang, donde murió una decena de personas que permanecían confinadas. Una furia en línea que ya ha saltado de la red a muchos rincones del país. Según los relatos de varios testigos, las restricciones de la política de Covid cero, con edificios sellados y urbanizaciones bloqueadas, impidieron que las víctimas escaparan de las llamas de sus casas y que los bomberos llegaran a tiempo.
Urumqi también se llama la calle de Shanghai donde en la madrugada del domingo un importante grupo de jóvenes sorprendió organizando una vigilia por las víctimas del incendio. “Queremos libertad”, gritaban al unísono. Muchos jóvenes, con la cabeza agachada en señal de duelo, sostenían hojas blancas queriendo mostrar, como ellos lo llamaron, un nuevo símbolo de la “revolución del pueblo”. La manifestación fue disuelta por la policía.
Sin embargo, el domingo por la tarde, en la misma intersección donde se celebró la protesta en la madrugada muchos residentes de Shanghai, la mayoría jóvenes veinteañeros, volvieron a concurrir, pero esta vez se encontraron con varios furgones policiales y decenas de agentes que custodiaban el lugar, que detenían al primero que levantaba la voz. “Solo queremos recuperar la normalidad y que nos dejen de tratar como a tontos con políticas que dicen que salvan vidas pero que han convertido a mi país en un estado de vigilancia y control masivo donde los ciudadanos tenemos muchas menos libertades que antes”, indicó un estudiante que se identificó como Jason.
Cabe destacar que el 15 de noviembre, la BBC informó de violentas protestas en las calles de Guangzhou, la metrópolis industrial del sur de China. Las multitudes desafiaron el cierre obligatorio y las imágenes de vídeo difundidas en las redes sociales muestran a la policía estatal haciendo uso de la violencia para frenar los disturbios, mientras la gente derribaba las barreras de control de Covid. Fue el peor brote de Covid en Guangzhou desde que comenzó la pandemia.
La Copa Mundial de Fútbol, por su parte, también está provocando una fuerte reacción del pueblo chino, que ha visto cómo los aficionados al fútbol sin máscara se hacinan en los estadios de Qatar, y se ha preguntado por qué están encerrados, viendo los partidos en casa, sin poder disfrutar del torneo con sus amigos y familias.
Los crecientes disturbios civiles y la creciente incertidumbre económica han hecho que tanto los observadores de China como los analistas empresariales se pregunten qué hará falta exactamente para que China suavice su postura respecto a Covid.
Logística
En cuanto a la logística, el medio Supply Chain Digita, indicó que los gestores de las cadenas de suministro observan con temor los últimos cierres por Covid en China, ya que grandes extensiones del país están cerradas, amenazando la fabricación y los puertos de contenedores.
El aumento de los casos de Covid-19 en China ha llevado a las autoridades a bloquear grandes extensiones del país, lo que hace temer que las cadenas de suministro mundiales se vean aún más afectadas por la paralización de la producción y los puertos de contenedores.