Según un informe del medio de noticias LiveJapan.cn, las recientes enmiendas de Japón a la legislación sobre plántulas entraron en vigor el 1 de abril. La nueva legislación prohíbe a las personas o corporaciones sacar semillas o plántulas de variedades registradas de productos agrícolas japoneses fuera de Japón sin permiso previo.
El 9 de abril, el Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca de Japón publicó una lista de 1.975 variedades de plantas japonesas cuyas plántulas no pueden sacarse del país, incluidas variedades de marca registrada como las uvas Shine Muscat, las fresas Hakata Amaou de la prefectura de Fukuoka y Yumepirika, arroz de Hokkaido.
Esta lista fue la primera comunicación oficial sobre las variedades afectadas desde que entró en vigencia la nueva ley de plántulas, y consiste principalmente en variedades de frutas y arroz.
La nueva ley permite a los titulares de marcas comerciales evitar actividades como la siembra o exportación de variedades de marca fuera de las regiones designadas. Ahora es ilegal cosechar semillas de variedades de marca registrada para plantar sin el permiso de los titulares de la marca; las personas que sean atrapadas transportando ilegalmente estas semillas o plántulas fuera de Japón se enfrentarán a una pena de hasta 10 años de prisión o una multa de hasta 10 millones de yenes japoneses (US$ 92.000). Para las corporaciones que participan en estos actos, la multa máxima aumenta a 300 millones de yenes (US$ 2,8 millones).
El trasfondo de este cambio legislativo es que muchas variedades de cultivos japoneses de alta gama se cultivan en China y Corea del Sur sin autorización y luego se venden a precios bajos. Esto limitó la capacidad de Japón para aumentar el valor de marca de estas variedades de cultivos y fue perjudicial para el sector de exportación agrícola de Japón. La nueva legislación había estado en trámite desde 2019.
Programas de Mejoramiento Genético y Resguardo
Japón tiene programas de fitomejoramiento, tecnología de cultivo y capacidad de cultivo comercial muy avanzados. Las estadísticas muestran que en Japón, el desarrollo de una nueva variedad de uno de los siete u ocho tipos comunes de árboles frutales, como manzanas, peras, cítricos y melocotones, lleva un promedio de 24,5 años. Por lo tanto, los productores de frutas japoneses han invertido una gran cantidad de tiempo y trabajo en el cultivo de nuevas variedades, pero a menudo las recompensas de este trabajo se cosechaban en otros lugares. Por ejemplo, muchas variedades de frutas que son populares en China, como la fresa Hongyan (Dandong 99), la fresa Sagahonoka (Saga No. 2), la mandarina Red Beauty y la mandarina Kanpei, fueron llevadas secretamente a China sin autorización antes de ser introducidas, cultivadas y vendidas.
Según indica el medio Produce Report, aparte de esta práctica legalmente cuestionable de traer plántulas, China también depende en gran parte de las semillas importadas para sus cultivos de hortalizas y cereales. Cada año, China importa semillas de casi 50 países y territorios diferentes. Según un informe de la Asociación Nacional de Comercio de Semillas de China, en 2018 China importó 72.700 toneladas de semillas de cultivos de cereales, con un valor de importación de 475 millones de dólares, o aproximadamente 3.200 millones de yuanes chinos.
Muchas de las variedades de cereales y hortalizas de alta calidad de China proceden de otras partes del mundo. Por ejemplo, en el noreste de China, una de las principales regiones productoras de cereales de China, las semillas de maíz alemanas se utilizan en grandes cantidades, mientras que la región de Huang-Huai-Hai utiliza principalmente semillas de una variedad de semillas estadounidense llamada “Xianyu 355”.
En la región de cultivo de hortalizas de Shouguang en la provincia de Shandong, se importa alrededor del 30% de las semillas de hortalizas. Las semillas para el rábano blanco, algo común en los mercados, se importan principalmente de Corea del Sur, mientras que las semillas de ají provienen principalmente de Israel.
En la actualidad, los programas nacionales de investigación y desarrollo de semillas de China no están particularmente avanzados. Los datos muestran que las 50 principales empresas de semillas de China invierten colectivamente una suma anual de solo 1.500 millones de yuanes (230 millones de dólares) en investigación y desarrollo de semillas, menos de una séptima parte del presupuesto de la empresa estadounidense Monsanto.