INIA: Desarrollan coberturas plásticas para potenciar fruticultura

Enero 4, 2024|Actualidad|

Potenciar la fruticultura la chilena es el objetivo que persiguen las investigaciones de los expertos del Instituto de Investigaciones Agropecuarias de Chile (INIA), quienes prototiparon coberturas plásticas para cultivos utilizando un biopolímero degradable con la incorporación de carbono en la forma de nanopartículas.

El trabajo fue liderado por los profesionales Adolfo Donoso, Daniela Olivares, Fabio Corradinni, Danae Riquelme y Nicolás Pizarro, de INIA Chile, además de Rafael Melo, de la Universidad Central, quienes con apoyo de la Subsecretaria de Agricultura se encuentran ejecutando el proyecto titulado “Cobertura biopolimérica moduladora de la radiación solar para cultivos extensivos”.

En relación al trabajo, y según describe en entrevista con Mundoagro, el investigador de INIA La Platina, Adolfo Donoso, detalló el uso de las coberturas plásticas en la industria frutícola y los consejos en cuanto al adecuado manejo agronómico.

—¿Qué uso se les está dando en Chile a las coberturas plásticas? ¿Cuáles son los cultivos en donde más se las usa y cuáles son los costos asociados?

—Actualmente, las coberturas plásticas son utilizadas en la producción intensiva de productos hortofrutícolas, tanto para la producción de frutas y hortalizas para fresco, como para la producción de semilla de alta calidad. En el caso frutícola, huertos de alto valor bajo sistemas intensivos han incorporado la utilización de techos, como es el caso de la uva, cerezos, arándanos en maceta y manzanas. En el caso de semilleros y hortalizas, la superficie bajo cobertura se ha duplicado a nivel nacional en la última década, pasando desde 1.600 ha bajo cobertura en el año 2007 a sobre 4.000 ha en el año 2021, representando alrededor de 4.000 predios a nivel nacional.

Los factores principales referido al tema de costos corresponden a dos elementos: infraestructura y el material de cobertura. En el primero, las estructuras metálicas son las de mayores costos, iniciando en alrededor de los USD$150.000 por ha. En cambio, para la producción de hortalizas las estructuras ligeras en base a polines como las utilizadas en Arica tienen costos que bordean los USD$20.000 por ha, pensadas para producción de hortalizas que son de menor altura. Luego, los materiales de cobertura, una cobertura de malla Raschel, de baja vida útil, inicia en $252 por m2, pasando por plásticos agrícolas, con una vida útil de dos temporadas, con un costo asociado de $300 por m2. Incluso mallas antiáfidos, del grado técnico requerido para la producción de semilla, alcanzan valores cercanos a los $1.000 por m2.

—¿Cuáles son los consejos a cuanto a la elección del material y el adecuado manejo agronómico?

—En Chile, Arica es la principal productora de hortalizas y semilleros, con una creciente superficie bajo cobertura en sistemas de alta intensidad, alcanzando rendimiento en tomates de sobre los 30 kg por m2 por temporada. Así también, la producción de hortalizas bajo sistemas intensivos tipo Nutrient Film Technique (NFT) ha permitido la intensificación de estos sistemas productivos.

Lo ideal a la hora de escoger la estructura y el material de cobertura, es realizar una evaluación económica del cultivo, para conocer la rentabilidad esperada sobre la inversión. En el caso de frutales, es también importante el control del sobre emboscamiento de las plantas debido a una fertilización nitrogenadas excesiva.

Volver