La pandemia del nuevo coronavirus probablemente tendrá un efecto duradero en varias formas de vida, tales como dónde y cómo las personas hacen sus compras, lo cual podría causar cambios permanentes en la economía y el comercio mundiales, según precisó ayer lunes un informe del Banco de Corea (BOK, según sus siglas en inglés).
Ciertos cambios podrían tener un efecto positivo en unos países, pero algunos de ellos podrían afectar a otras naciones de manera negativa, insistió.
La pandemia del COVID-19 podría continuar causando una crisis económica a nivel mundial, pero es altamente probable que provoque cambios en el comportamiento de los agentes económicos, dijo el BOK en su informe.
Por ejemplo, los hogares, probablemente, se volverán más reacios al riesgo, ya que se enfrentan a amenazas inmediatas a su propia seguridad y sustento, mientras que se espera que las empresas hagan mayor hincapié en la estabilidad y flexibilidad, ya que afrontan interrupciones inesperadas en la producción, señaló.
El informe dijo que, al haber una mayor necesidad de que los hogares y compañías expandan sus actividades sin contacto, es posible que se acelere el cambio a una economía digitalizada, mientras que el avance hacia la desglobalización también podría ser reforzado, junto con un proteccionismo comercial intensificado.
Sin embargo, dichos cambios variarán en distintos países, dependiendo de cómo los maneje cada uno.
El BOK dijo que, por ejemplo, una digitalización acelerada podría tener un impacto positivo en la productividad en algunos países, pero en otros podría destacarse por una reducción en la mano de obra.
Agregó que las incertidumbres sobre la velocidad de dichos cambios, así como sus direcciones, también siguen siendo elevadas, pero incluso si la economía se desprende del impacto de la crisis del coronavirus, será difícil esperar que el comportamiento de los hogares, las compañías y el Gobierno regrese al estado previo a la pandemia.