Nueva Zelanda se encamina hacia uno de los inviernos más cálidos en más de un siglo, lo que reducirá las horas de frío necesarias para las vides de kiwi.
A pesar que Nueva Zelanda se encuentra en el hemisferio sur, donde actualmente es invierno, las temperaturas en el país son más altas de lo habitual, lo que marcará otro invierno cálido. Según consigna New Zealand Herald, esta situación significaría que los cultivadores de la principal región productora de kiwis, bahía de Plenty, se enfrentan, nuevamente, a una temporada difícil.
Los registros del Instituto Nacional de Investigación del Agua y la Atmósfera indican que las temperaturas de Nueva Zelanda en junio fueron en promedio 1,4 grados centígrados más altas de lo normal, lo que lo convierte en uno de los inviernos más cálidos de los últimos 110 años. Nueva Zelanda vive su invierno de junio a agosto, que es también el periodo de poda de las vides.
Los kiwis de Nueva Zelanda florecen durante la primavera, que dura de septiembre a noviembre, y pasan por una temporada de fructificación en verano, de diciembre a febrero del año siguiente.
El año pasado, la floración del kiwi en la bahía de Plenty se vio afectada por las altas temperaturas. Sin embargo, la situación de este año no ha mejorado mucho, ya que, un invierno cálido no puede proporcionar suficientes horas de frío a las vides de kiwi.
El retraso previsto en la floración de los kiwis este año se traducirá en un menor rendimiento global. Los cultivadores han retenido, intencionadamente, más brotes de invierno para producir más flores. Sin embargo, esto puede tener un efecto negativo en la calidad de la fruta.
Colin Bond, director ejecutivo de New Zealand Kiwifruit Growers Incorporated, expresó su preocupación por el insuficiente frío invernal. No obstante, también señaló que si se produjera una ola de frío en las próximas dos semanas, podría aportar las horas de frío necesarias para mejorar el cuajado de las flores.