- La amenaza de una huelga en los puertos de la Costa Este (USEC) y del Golfo (USGC) se cierne sobre EEUU. El contrato colectivo entre el conglomerado sindical International Longshoremen’s Association (ILA) y la patronal Alianza Marítima de EEUU (USMX) expirará el 30 de septiembre, y las negociaciones de renovación del contrato aún no se han reiniciado. Una huelga en los puertos estadounidenses podría perturbar aún más la ya frágil cadena de suministro afectada por la crisis del Mar Rojo.
La Asociación Internacional de Estibadores (ILA), que representa a los trabajadores de las costas este y golfo de Estados Unidos, ha declarado que sus miembros irán a la huelga el 1 de octubre de 2024 si no se firma un nuevo contrato.
El 14 de agosto, Sea-Intelligence emitió un comunicado en el que afirmaba que el impacto en los envíos de contenedores sería significativo. “Utilizando datos históricos, estimamos unos volúmenes de manipulación en la Costa Este de EEUU de 2,3 millones de teu en octubre, lo que se traduce en 74.000 teu al día, repartidas en 36.000 en importaciones y 38.000 en exportaciones. Sólo en el caso de los contenedores vacíos, una huelga supondría la imposibilidad de cargar 20.000 TEU al día”.
Una vez finalizada la posible huelga, esta acumulación de contenedores tendría que gestionarse además del flujo normal. “Como estimamos que los puertos de la Costa Este tendrán un exceso de capacidad de 13% sobre el flujo normal previsto de 2,3 millones de TEU en octubre, se necesitarían seis días para eliminar el retraso de un día de huelga», añadió Sea-Intelligence.
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La ILA ha programado reuniones sobre la escala salarial para los días 4 y 5 de septiembre de 2024.
Los transportistas se han apresurado a sacar sus mercancías del mercado antes del 30 de septiembre, algo que puede explicar lo que ha sido una temporada de verano boyante, contrariamente a la ralentización anual del verano.
Desde el punto de vista de la logística de los proyectos, el impacto de una huelga de este tipo depende en gran medida de la carga. Los artículos más pequeños, que pueden trasladarse fácilmente a otros modos, se beneficiarían de su traslado a/desde la Costa Oeste. En el caso de las cargas de mayor tamaño, esto podría no ser posible.
Philip Brown, director global de fletamentos de BGL para EPC Bechtel, en su intervención en el seminario web de mitad de año sobre proyectos y carga fraccionada del JOC, afirmó: “Creo que, para muchos de los buques de carga fraccionada, el transporte de este tipo de carga puede ser un problema (…) Creo que para muchos de nuestros cargamentos que llegan a la Costa del Golfo de EEUU, tenemos suficientes opciones, no sindicadas, no ILA, con terminales privados y estibadores, por lo que creo que podemos continuar el flujo de carga sin interrupciones importantes. En la Costa Este, en el noreste, es un poco más difícil, y es algo que tenemos en cuenta desde ya».
El foro HLPFI informó en junio que la ILA había suspendido las negociaciones sobre un nuevo contrato laboral con la Alianza Marítima de Estados Unidos (USMX). La ILA afirmó que las conversaciones se habían cancelado porque APM Terminals (APMT) y Maersk empleaban tecnología automatizada para procesar los camiones en las terminales portuarias.
Las protestas de la ILA se referían a que las nuevas puertas automáticas no requerían mano de obra sindicada, concretamente revisores estibadores, lo que, según la organización, incumple su acuerdo con la USMX. El presidente de la ILA, Harold J. Daggett, calificó la introducción de la nueva tecnología de tener «el único objetivo de eliminar puestos de trabajo de la ILA mediante la automatización».
Dagget citó el muelle 400 del puerto de Los Ángeles y la introducción de grúas semiautomatizadas en el puerto de Virginia, que anteriormente habían provocado reducciones de puestos de trabajo para los estibadores. El sindicato también observó un aumento del personal informático en las terminales marítimas, lo que suscita la preocupación de que los departamentos informáticos de APM Terminals y Maersk estén invadiendo la jurisdicción de ILA. Está llevando a cabo una auditoría para evaluar el impacto de estas tecnologías en otros puestos de trabajo de las terminales marítimas, cuyos resultados están pendientes.