• Los altos niveles de polifenoles específicos y otros nutrientes de las berries han llamado la atención de los investigadores porque protegen contra la inflamación y las enfermedades cardio metabólicas gracias a sus potentes propiedades antioxidantes.
En un estudio reciente publicado en el Journal Nutrients, los investigadores estudiaron la relación entre el consumo de berries y la desregulación fisiológica de las respuestas al estrés, mediada por las puntuaciones de la carga alostática (AL), utilizando datos disponibles públicamente de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (NHANES) realizada entre la población adulta de los Estados Unidos (EE.UU.) durante 2003-2010.
Según News Medical, el marco de medición multisistémica AL utiliza 14 biomarcadores de múltiples sistemas fisiológicos, incluidos los sistemas cardiovascular, autónomo, metabólico e inmunitario, para medir la gravedad de la desregulación fisiológica debida a los efectos incrementales del estrés en general y en sistemas específicos.
Una puntuación más alta, calculada sumando los indicadores de riesgo de cada biomarcador dentro de cada ámbito, indica una mayor desregulación debida al estrés, que puede manifestarse como trastornos debilitantes de la salud relacionados con el estrés, como deterioro físico y cognitivo, trastornos mentales (por ejemplo, depresión), diabetes, enfermedades cardiovasculares (ECV), cáncer e incluso mortalidad.
Los altos niveles de polifenoles específicos y otros nutrientes de las berries han llamado la atención de los investigadores porque protegen contra la inflamación y las enfermedades cardio metabólicas gracias a sus potentes propiedades antioxidantes.
Las frambuesas y las moras tienen los niveles más altos de polifenol ácido elágico, mientras que las fresas tienen altos niveles de antocianinas.
Metodología del estudio
En este estudio, los investigadores plantearon la hipótesis de que un mayor consumo de bayas reduciría las puntuaciones de AL.
Recogieron datos de adultos estadounidenses inscritos en el NHANES 2003-2010, incluida su información demográfica, dietética y médica, mediante entrevistas en el hogar, visitas al centro de reconocimiento móvil (MEC) y entrevistas telefónicas.
A continuación, el personal formado midió su ingesta total de berries mediante dos recordatorios dietéticos de 24 horas.
Resultados
De los 15.620 adultos estadounidenses que completaron dos controles de 24 horas, sólo 7.684 individuos acudieron a un examen matutino y proporcionaron información completa sobre los biomarcadores de AL.
De ellos, aproximadamente el 19,3% de los adultos (n=1485), de los cuales el 61,9% eran mujeres, eran consumidores de bayas.
Los consumidores de berries, es decir, los que comían frutillas, arándanos o cualquier berries, tenían puntuaciones medias del compuesto AL significativamente más bajas que los no consumidores.
La relación entre una mayor ingesta de berries y unas puntuaciones medias más bajas del compuesto AL fue dependiente de la dosis (p-tendencia< 0,05) y siguió siendo sólida tras ajustar todos los factores de confusión.
En comparación con los no consumidores, los consumidores de berries tenían niveles más bajos de biomarcadores en cada dominio AL. En consecuencia, las puntuaciones medias de los dominios cardiovascular y metabólico para el total de consumidores de berries fueron de 4,73 y 2,97 frente a 4,97 y 3,1 para los no consumidores.
En comparación con los no consumidores, las puntuaciones en los dominios cardiovascular y metabólico de los consumidores de frutillas y arándanos fueron de 4,73 frente a 4,95; 2,99 frente a 3,1; 4,6 frente a 4,95; 2,92 frente a 3,11, respectivamente.
Los consumidores de arándanos también presentaron puntuaciones medias de AL inmunitaria y autonómica notablemente inferiores (1,52 frente a 1,56) y (2,49 frente a 2,57), respectivamente, en relación con los no consumidores.
Sin embargo, esto varió ligeramente según el tipo de baya consumida. Así, mientras que los consumidores de zarzamora tenían puntuaciones autonómicas medias notablemente más bajas que los no consumidores, no se observaron diferencias para los consumidores totales de berries
Los hallazgos del estudio sugieren que el consumo de berries se asocia con puntuaciones más bajas en el compuesto AL y en los dominios, y puede reducir potencialmente las desregulaciones fisiológicas relacionadas con el estrés y prevenir trastornos cardiovasculares y metabólicos en la población adulta estadounidense.
En consonancia con estudios anteriores, estos resultados pueden atribuirse a los efectos protectores de los flavonoides, polifenoles y otros componentes de los berries que actúan contra las desregulaciones multisistémicas.
En particular, los polifenoles interactúan con la microbiota intestinal a través de la vía de señalización intestino-cerebro-eje fomentando la resiliencia a la desregulación fisiológica inducida por el estrés. Asimismo, las antocianinas, un tipo de flavonoide, tienen un efecto beneficioso sobre los factores cardiometabólicos. Además, las berries enteras contienen abundantes fibras alimentarias que disminuyen la absorción de glucosa.