- Expertas detallaron, en entrevista con Frutas de Chile los impactos de este fenómeno en la agricultura nacional y las medidas preventivas y de protección que pueden implementar los productores frutícolas.
Este año el fenómeno de El Niño será parte del pasado y daremos la bienvenida a La Niña, que traerá escasas lluvias y alzas en heladas desde julio ¿Cómo impactará este fenómeno a la agricultura chilena? En entrevista con Frutas de Chile, Sara Alvear, Ingeniera Agrónoma de la Sección Meteorología Agrícola de la Dirección Meteorológica de Chile (MeteoChile) comentó que en general, en la zona central de Chile, se podría esperar condiciones más frías durante el invierno y posiblemente hacia la primavera. “En el caso del invierno, las especies más dependientes del frío, como los frutales caducos, podrían encontrar condiciones favorables para cumplir con sus requerimientos de frío. Sin embargo, es también cierto que aquellas especies y variedades que presentan bajo requerimiento de frío podrían presentar un crecimiento más lento a lo esperado”, destacó.
Según Alvear, en el caso de las especies poco tolerantes al frío y a las heladas es necesario considerar medidas preventivas y de protección dado que existiría un mayor riesgo de que puedan sufrir frente a esas posibles temperaturas. “Pero dependerá de qué tan expuestos se encuentren los cultivos bajo sus sistemas productivos actuales y los manejos que tengan. Por otra parte, en cuanto a la posibilidad de poca precipitación es necesario ir evaluando los posibles impactos dependiendo de la situación hídrica local y de la cuenca en la que se encuentra cada huerto. Consideremos que hay productores que ya han asumido la sequía y han implementado cambios, otros posiblemente no han podido hacerlo; los impactos dependen mucho de la vulnerabilidad del cultivo y el grado de exposición del sistema productivo y del negocio”, destacó.
Sara Alvear, Ingeniera Agrónoma de la Sección Meteorología Agrícola de la Dirección Meteorológica de Chile.
Respecto a cómo los productores de frutas se pueden preparar ante la llegada de La Niña, la experta dijo “tomando los resguardos correspondientes a los requerimientos hídricos y de temperaturas de la especie frutal en cuestión y teniendo presente las condiciones climáticas a las que se exponen en el lugar del cultivo y a la tendencia climática que se ha proyectado sobre esas zonas, para lo que se puede utilizar el pronóstico estacional de MeteoChile para los meses de mayo, junio y julio”.
En cuanto al aumento de heladas, Alvear explicó que en términos generales depende mucho de la especie de cultivo, de la época en que se presente la helada y de los recursos de los cuales disponga el productor; se pueden contratar seguros, instalar cubiertas, mallas térmicas, fuentes de calor fijas o móviles, etc.” Hay varias opciones en el mercado, pero dependerá de los objetivos que se proponga el productor en un momento determinado del huerto”, indicó.
Respecto a menores precipitaciones, la ingeniera agrónoma señaló que es aconsejable aprovechar este periodo para hacer mejoras en los sistemas de almacenamiento y distribución de agua de riego, los sistemas de riego en sí. “Y si es posible aprovechar las precipitaciones que caigan en el periodo de invierno principalmente y de preferencia no proyectar un aumento en la superficie de cultivo o con especies más demandantes de agua, mientras no tenga la seguridad de riego para el ciclo del cultivo, incluso considerando la disponibilidad hídrica en la cuenca”, agregó.
La Niña se mantendrá hasta fin de año
Desde la Dirección Meteorológica de Chile explicaron que la Niña se desencadenará principalmente debido a un enfriamiento de las aguas superficiales del océano Pacífico ecuatorial, especialmente en la región 3.4, donde se monitorea el fenómeno de El Niño. “Además, junto con el enfriamiento oceánico, la atmósfera también responde con cambios, como la intensificación de los vientos alisios. Estos factores contribuyen al mantenimiento de este fenómeno”, detalló Alicia Moya, meteoróloga de la Oficina de Servicios Climáticos de la entidad.
Alicia Moya, meteoróloga de la Oficina de Servicios Climáticos de la Dirección Meteorológica de Chile.
Sobre cuánto estiman que dure este fenómeno y en qué zonas será más y menos intensa La Niña, Moya detalló según la última actualización sobre la ocurrencia de La Niña, neutral o El Niño para los próximos trimestres, hay un 72 % de probabilidad de que las condiciones sean neutrales para mayo-junio-julio. “Sin embargo, para el trimestre junio-julio-agosto, existe un 60 % de probabilidad de que La Niña comience durante el invierno. Los pronósticos sugieren que La Niña se mantendrá durante la primavera y hasta fin de año”, destacó.
De acuerdo con la especialista, durante un evento La Niña, generalmente, existe una disminución de la precipitación en la zona centro y sur de Chile durante el invierno y la primavera. “En cambio, en el altiplano chileno durante el verano, se espera un aumento de las lluvias. También se observa una disminución de las temperaturas en toda la costa norte y centro de Chile”, concluyó.