Comer fruta por la noche: ¿Un hábito a cultivar o a evitar?

Agosto 26, 2024|Actualidad|

Fuente:Freepik.

El consumo de fruta es ampliamente reconocido como una práctica saludable, pero suele surgir un debate cuando se habla de comer fruta por la noche. ¿Es lo adecuado? ¿O podría ser realmente beneficioso? El médico de salud integral brasieño Francisco Saracuza entregó a la Asociación Brasileña de Productores y Exportadores de Frutas y Derivados (ABRAFRUTAS) algunas respuestas interesantes que desmitifican las creencias populares y promueven hábitos alimentarios saludables y equilibrados.

Las frutas son fuentes ricas en vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes, esenciales para una buena salud. Ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la digestión y reducir el riesgo de enfermedades crónicas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la ingesta adecuada de frutas es crucial para una dieta equilibrada.

Frutas de noche: mitos y realidades

“Uno de los mitos más comunes es que comer fruta por la noche puede provocar aumento de peso. Sin embargo, el aumento de peso está más relacionado con el balance calórico diario que con el momento concreto de consumo de fruta. Los estudios indican que el cuerpo humano digiere y procesa los alimentos eficazmente en cualquier momento del día, siempre y cuando se mantenga moderación y equilibrio calórico”, afirmó el doctor.

Metabolismo nocturno

El cuerpo humano no se “apaga” por la noche. Aunque el metabolismo basal puede disminuir durante el sueño, continúa funcionando, procesando nutrientes y manteniendo funciones corporales esenciales.

“Las frutas de fácil digestión no suponen una carga para el sistema digestivo y pueden ser una opción saludable para un refrigerio ligero por la noche”, comentó el experto.

Las mejores frutas para comer por la noche:

Kiwi: Rico en serotonina y antioxidantes, el kiwi puede mejorar la calidad del sueño. Un estudio publicado en el Asia Pacific Journal of Clinical Nutrition demostró que consumir kiwi antes de acostarse puede aumentar la duración y la eficiencia del sueño.

• Plátano: Fuente de magnesio y triptófano, los plátanos ayudan a relajar los músculos e inducir el sueño. Estos nutrientes son precursores de la melatonina y la serotonina, hormonas que regulan el ciclo del sueño.

• Cereza: La cereza contiene melatonina natural, una hormona que ayuda a regular el ciclo de sueño-vigilia. Una investigación publicada en el Journal of Medicinal Food sugiere que el jugo de cereza agria puede mejorar el sueño en los adultos.

• Manzana: Con un índice glucémico bajo y rica en fibra, las manzanas promueven la saciedad sin causar picos de azúcar en la sangre, ideal para un refrigerio nocturno.

Pera: La pera es hidratante y rica en fibra, lo que ayuda a la digestión y proporciona sensación de saciedad.

Cuidado y moderación
Algunas frutas, debido a su contenido natural en azúcar o acidez, pueden resultar menos adecuadas para el consumo nocturno en grandes cantidades:

Piña: Su acidez puede provocar molestias gástricas en algunas personas.

Mango y uvas: Aunque son deliciosas, son más ricos en azúcares naturales, lo que puede afectar el control glucémico de quienes controlan su consumo de azúcar.

Sandía: Con un alto contenido de agua, puede provocar frecuentes visitas al baño por la noche.

Cítricos: Puede provocar acidez de estómago o reflujo en personas sensibles.

Consejos para un consumo equilibrado
• Elija frutas con un índice glucémico bajo: Esto ayuda a mantener estables los niveles de azúcar en sangre.

Presta atención al tamaño de las porciones: la moderación es fundamental para evitar excesos calóricos.

Escuche a su cuerpo: Cada organismo reacciona de manera diferente; Observa cómo te sientes después de consumir diferentes frutas.

“Comer fruta por la noche puede formar parte de una dieta equilibrada y saludable. La clave es elegir las frutas adecuadas y consumirlas con moderación. La fruta ofrece una alternativa nutritiva a los snacks procesados, ayudando a promover la salud y el bienestar. Como siempre, es importante considerar tus necesidades individuales y consultar a un profesional sanitario para obtener orientación personalizada”, concluyó Saracuza.

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