El contrato vigente con los estibadores expira el 1 de julio y los transportistas se enfrentan a obstáculos para encontrar alternativas si las conversaciones se ponen feas
Según precisa WPJ, los importadores estadounidenses ya están empezando a reajustar sus cadenas de suministro para evitar interrupciones antes de que se produzcan las polémicas negociaciones contractuales de este verano entre los estibadores de la Costa Oeste y las empresas que gestionan el flujo de mercancías a través de los puertos.
Algunos cargadores están adelantando sus pedidos de la temporada de vacaciones para introducirlos en las redes nacionales antes de tiempo, según los operadores logísticos, y muchos están desviando la carga que normalmente pasa por la Costa Oeste a los puertos de la Costa Este y la Costa del Golfo. Los ejecutivos del sector marítimo dijeron que esto está contribuyendo a extender la congestión que se ha apoderado de los puertos californianos de Los Ángeles y Long Beach, subrayando la dificultad a la que se enfrentan los importadores a la hora de reconfigurar las cadenas de suministro construidas en torno a las puertas dominantes de la Costa Oeste.
“Las opciones disponibles son limitadas y por eso muchos de ellos siguen rezando y esperando poder pasar gran parte de sus productos por L.A.-Long Beach”, dijo Sidney Brown, director ejecutivo de NFI Industries Inc., un operador logístico de terceros con sede en Camden, Nueva Jersey.
Se espera que en los próximos meses se inicien las conversaciones laborales en la Costa Oeste -que abarcan a 22.400 estibadores de 29 puertos desde el estado de Washington hasta el sur de California-, aunque no se ha fijado una fecha oficial de inicio. Las partes tratarán de sustituir un acuerdo que expira el 1 de julio. En años anteriores, las conversaciones laborales han tardado meses en resolverse. Durante las combativas negociaciones que se llevaron a cabo entre 2014 y 2015, las ralentizaciones en los puertos provocaron largas retenciones en los barcos de la costa del sur de California.
“Sí tiene nuestra atención y estamos considerando el impacto que tendría en nuestra cadena de suministro”, dijo Jon Cargill, vicepresidente senior y director financiero de Hobby Lobby Stores Inc.
Las conversaciones de este año tendrán lugar cuando docenas de barcos ya están retenidos en el Océano Pacífico debido a la congestión de la cadena de suministro provocada por la pandemia. Los esfuerzos por sortear ese cuello de botella desviando la carga a otros lugares han provocado atascos desde el puerto de Houston, en el Golfo, hasta los puertos de Savannah, en Georgia, y Charleston, en Carolina del Sur.
David Arsenault, presidente de GSC Logistics Inc., una empresa de servicios a terceros especializada en el traslado de cargas a través del norte de California y el noroeste del Pacífico, dijo que algunos cargadores acordaron contratos antes de lo habitual en el ciclo anual de envíos de este año para asegurarse espacio en rutas alternativas.
Según Arsenault, otros puertos se verán en apuros para procesar gran parte de la carga procedente de los puertos de Los Ángeles y Long Beach, que en conjunto gestionan casi el 40% de las importaciones de contenedores de Estados Unidos.
“Los grandes minoristas comprendieron el límite de la capacidad de la Costa Este que podían asegurar, y si esperaban demasiado tarde, ese espacio podría estar ya ocupado”, dijo.
Los importadores pequeños y medianos, que tienden a reservar cargas de última hora en lugar de contratos a largo plazo, dicen que tienen planes de contingencia, pero que esperarán a ver la gravedad de cualquier interrupción.
Mark Riskowitz, jefe de operaciones de Caraway Home Inc, una empresa de utensilios de cocina de casi tres años de antigüedad, dijo que está considerando desviar la carga de California al puerto de Nueva York y Nueva Jersey, y a Prince Rupert, un puerto en la Columbia Británica, Canadá, que tiene conexiones ferroviarias con Chicago.
Roel Dekkers, director de la cadena de suministro de Premium Guard Inc., un proveedor de filtros para automóviles en el mercado secundario, dijo que está considerando la posibilidad de desviar las mercancías de tiempo crítico a los puertos de la Costa Este, mientras sigue enviando los cargamentos menos sensibles al tiempo a la Costa Oeste.
Los volúmenes de contenedores en los puertos de la Costa Este han crecido más rápidamente en los últimos meses que los de la Costa Oeste, aunque no está claro qué parte de la diferencia se debe a que la congestión ha ralentizado la gestión de los volúmenes en las puertas de entrada de California y qué parte se debe a que la carga se ha desviado a otras puertas de entrada.