Tras el cierre de una temporada con buenos calibres y rendimientos, la directora del Programa de Mejoramiento Genético de Cerezos del Consorcio Tecnológico de la Fruta, Marlene Ayala, abordó junto a Simfruit los desafíos que enfrenta una de las frutas más apetecidas en Asia.
Pese a que enfrentaron una primavera algo inestable, con algo de frío en sus primeros días y algunas caídas de frutos, sumando y restando, se podría decir que la temporada 2022/2023 fue mucho mejor que la anterior para los productores de cerezas.
“Hubo algunos atrasos, pero se la campaña se vio favorecida por el año nuevo chino que fue más temprano. Se dieron buenos calibres y rendimientos. Aunque éstos fueron menores a lo que se había presupuestado, la calidad compensó”, afirmó la directora del Programa de Mejoramiento Genético de Cerezos del Consorcio Tecnológico de la Fruta, Marlene Ayala.
En este sentido, uno de los retos pendientes -según la académica de la UC- es contar con más variedades tempranas y tardías. “Tenemos una concentración de la producción entre diciembre y enero, que hace bajar los retornos porque hay un peak de variedades de media estación. Pero al irse a los extremos la oferta disminuye. Ahora, si cuentas con nuevas variedades tempraneras como las que se dan a finales de octubre o principios de noviembre; o tardías que son las que se dan a fines de enero y principios de febrero, se pueden obtener mejores precios, llegando a US$35 o US$40 el kilo fuera de temporada”, comentó Marlene Ayala.
Por lo anterior, la investigadora hizo hincapié en la urgencia de crear nuevos germoplasmas que permitan aumentar la oferta, garantizando mejores retornos. En definitiva, además de lograr un buen equilibrio entre calibre, firmeza, dulzor y acidez resulta clave contar con variedades que permitan extender la temporada de embarques.
“Tenemos problemas de logística porque hay gran cantidad de fruta en un mismo período, lo que hace que salgan muchos barcos. El peak se da desde la segunda quincena de noviembre hasta mediados de enero. En esa época están todos cosechando, necesitando mano de obra y exportando por los puertos chilenos y como han aumentado las hectáreas plantadas eso sigue aumentando”, explica la directora del PMG de Cerezos del Consorcio Tecnológico de la Fruta.

Selecciones avanzadas del Programa de Mejoramiento Genético del Cerezo del Consorcio Tecnológico de la Fruta
Cerezas resilientes
Otro de los desafíos que la ciencia busca resolver es la tolerancia a enfermedades de la madera, así como al calor y al frío. También es clave para que la fruta mantenga una buena capacidad de guarda, por sobre 30 días, para que llegue fresca a su destino, algo que no es fácil de lograr con germoplasma extranjero, según Marlene Ayala.
Con todo, el futuro para las cerezas es auspicioso. La demanda -dice la investigadora- debiera seguir aumentando, sobre todo porque China es un mercado grande. “Muchas personas están techando para adelantar producción, tratando de ir hacia el extremo para salir más temprano y plantando en zonas con microclimas más cálidos. Sin embargo, en el sur se han detenido un poco los proyectos. Pero, el cultivo protegido está permitiendo que las cerezas salgan más temprano al mercado. Estamos usando mucha tecnología actualmente para desplazar la fenología o fecha de cosecha de algunas varidades”, concluye la investigadora del Consorcio Tecnológico de la Fruta.

Selecciones avanzandas del PMG del Cerezo del Consorcio Tecnológico de la Fruta