Programa Monitoreo de Huertos de Kiwis, un modelo de investigación aplicada referente la Sostenibilidad de la Fruticultura Nacional

Mayo 13, 2019|Opinión|

Por Héctor García, Fundador y Gerente General de Laboratorios Diagnofruit Ltda.

 

Hace ya casi una década, en los albores del Comité del Kiwi de Chile, se establecieron importantes instancias técnicas enfocadas en las necesidades de la industria de ese momento, sendos estudios sobre uso de reguladores de crecimiento en pre-cosecha o enfriamiento pasivo en post-cosecha fueron profundamente probados. Al mismo tiempo, desarrollamos y testeamos diversas herramientas de segregación de lotes para almacenaje prolongado, todas técnicas que han sido transferidos de forma exitosa a través de un arduo trabajo durante los años de existencia del Comité.

Sin embargo, cuando tratábamos de mirar la producción anual, estandarizar un análisis comparativo entre años con criterios técnicos y científicos, por ejemplo, predecir comportamiento de pre y post-cosecha del kiwi en el año en curso,  entrábamos a una nebulosa de la que sólo podíamos salir mirando antecedentes internacionales, los que obviamente no se ajustan a nuestra realidad.

Teniendo en cuenta la brecha mencionada, en 2011 se comenzaron fraguar los pilares de un programa de monitoreo de huertos de kiwi Hayward, el objetivo era seguir la fenología del cultivo desde la brotación hasta la madurez de cosecha (hoy se extiende hasta fin de mayo) a través de un protocolo estandarizado de toma de datos y análisis, incluyendo estimaciones de calidad y producción. De esta forma Comité del Kiwi generó una instancia de participación colaborativa entre asesores y técnicos de las exportadoras socias, logrando un primer protocolo que reunía una serie de parámetros a monitorear. Así, el 2012 se dio inicio a dicha tarea que continúa hasta hoy, la que es desarrollada por equipos técnicos de Diagnofruit y del Comité del Kiwi.

Con el pasar de 7 temporadas, 2012-13 a 2018-19, el programa se ha fortalecido, de 6 huertos monitoreados hoy se ha llegado a 12, desde la Región de Valparaíso a la Del Maule. Se han sumado variables al análisis, como predictores de pudriciones que nos ayudan a estimar vida en almacenaje de la producción nacional. Toda la información recogida será la base para la generación de modelos predictivos de fenología, comportamiento en post-cosecha, producción, entre otros, ahí radica la gran importancia de este programa que no posee símil en la industria frutícola nacional, y pretende la sostenibilidad de largo plazo, que en nuestra fruticultura es bastante compleja de alcanzar.

En los 7 años de monitoreo hemos pasado por la más catastrófica helada de la fruticultura moderna, otros años de excelente acumulación de materia seca, años normales, años que se ha diluido por efecto de lluvias, toda esa variabilidad es la que alimenta un modelo, por esto un piso de una década es lo mínimo para desarrollar este tipo de herramientas; lo que es muy costoso y de largo aliento, a pesar de esto, y debido a su impacto la industria debe mantener como prioridad de desarrollo.

A pesar que mínimo 10 años de data alimentan un buen modelo,  ya podemos predecir con cierta certeza ciertos comportamientos con los métodos que hemos desarrollado, calibre promedio final, incidencia de enfermedades post-cosecha, producción potencial nacional entre otros son elementos que son informados a la industria con varios meses de anticipación a la cosecha, lo que transforma el programa del monitoreo en una herramienta fundamental a la hora de evaluar la producción local de nuestro súper alimento, el kiwi.

¿Qué nos dicen los datos de la actual cosecha en función de los registros históricos?

En términos de calibre el promedio es idéntico a lo alcanzado en la temporada anterior y responde a tamaño en la serie 30-33. La temporada de mayor desarrollo de calibre fue 2015-16, año de alta humedad relativa en verano; al contrario, la temporada de la helada (2013-14) fue la de menor calibre registrado, fruta tardía, menor desarrollo vegetal incidieron en dicho comportamiento.

El comportamiento de materia seca en 2018-19 se observa positivo, muy cercana a la temporada de mejor acumulación (2016-17), aunque a diferencia de aquel año donde la primavera fue cálida de forma transversal, en la actual observamos zonas de alta acumulación desde Curicó al Sur.

Varios parámetros han variado su comportamiento los últimos años, menor frecuencia de brotación comenzamos a observar luego de la helada, pero otros asociados a madurez como Sólidos Solubles y Firmeza de Pulpa se desarrollan con mayor velocidad, lo que resulta en valores más altos de azúcar a la misma fecha y menor firmeza de pulpa; ¿olas de calor estivales, temperaturas de otoño o solo envejecimiento de los huertos acelerado por diversas fuentes de estrés? En los próximos años tendremos una respuesta a esta interrogante gracias a este único e importante programa de monitoreo.

 

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