La pandemia incrementó la demanda de cítricos, pero también trajo consigo dificultades logísticas que son casi insalvables. Ejecutivo de Procitrus refiere que ya hay variedades que el Perú dejó de enviar al exterior y que algunos productores están en márgenes negativos.
Es cierto que la pandemia ocasionó que el público se interesara más por su salud y una mejor alimentación, incrementando la demanda de productos como los cítricos, pero es verdad también que ocasionó desajustes logísticos graves, los cuales se han sostenido y ponen en riesgo el negocio frutícola internacional.
Una advertencia de Sergio del Castillo, gerente general de Procitrus, quien expresó su preocupación por los diversos inconvenientes que los cítricos han enfrentado a nivel mundial, desde el climático hasta el logístico, especialmente con la subida exagerada de las tarifas marítimas y el deterioro del servicio de transporte, cuya demora afecta la calidad de la fruta. De hecho, estima que si este panorama no cambia rápido, algunas variedades dejarán de cosecharse.
Es verdad que el volumen de producción se ha ido incrementando y se prevé que siga esa senda, pero las dudas están planteadas y empiezan a crecer. “Hubo en los últimos años un incremento de áreas sembradas de cítricos, absolutamente todos en el sector evaluamos si amerita seguir creciendo en volumen o ver más el trabajo en temas de calidad y promoción de mercado, porque no sería sostenible en el largo plazo que suban los costos, la demanda no se incremente, y que por otro lado la oferta siga creciendo; eso va a generar en el largo plazo una mayor caída de precios”, explicó.
De hecho, ya en la campaña actual los precios no han sido mejores que en campañas pasadas, ya que la creciente oferta se ha encontrado con una demanda estancada este año, lo que va a derivar en que algunas variedades de poco retorno desaparezcan. Del Castillo precisó que la situación tiene en alerta a todos los países que compiten en este rubro, no solo al Perú, puesto que el cítrico es un producto de bajo precio, donde se ganan pocos centavos por kilo y cualquier desajuste en los servicios asociados a su comercio lo impacta grandemente. “Hemos tenido variedades que se quedaron en el mercado peruano porque no pudieron exportarse por esta situación”, agregó.
En adelante, la estrategia, dice, es “transparentar” las dificultades del sector ante la opinión pública y señalar que hay agricultores que ya se manejan en márgenes negativos. “El cítrico es parte de la canasta básica del mundo, debemos hacerlo sostenible económicamente, social y ecológicamente, sostenible con el medio ambiente. Esa sosteniblidad la debemos buscar. Nos reunimos los países del Hemisferio Sur y posiblemente en las próximas semanas o meses hagamos varios pronunciamientos de manera conjunta para advertir que pudiera suceder algo que no queremos que suceda si las condiciones no cambian”, cerró.