La sigla se hizo famosa con la pandemia de Covid-19, pero la técnica de PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa, por sus siglas en inglés) se ha usado desde los años 80 en el área de la salud humana, en temas como la detección de agentes infecciosos, exámenes de paternidad y para identificar ADN en el área forense.
‘Lo que hemos estado desarrollando en CEAF de Rengo es similar a los exámenes de paternidad de humanos, pero lo aplicamos en plantas, ya que usando el ADN se puede confirmar que el ‘presunto padre’ de una planta es realmente el que uno espera. El trabajo que realicé durante mi tesis fue desarrollado en variedades de cerezos y luego comencé a trabajar con plantas del Programa de Mejoramiento Genético tradicional de portainjertos de frutales de carozo que estaba desarrollando el Centro, para confirmar que las plantas obtenidas en los cruzamientos fuesen híbridas, es decir, que fuesen hijas del padre esperado’, explica la investigadora. ‘Ese trabajo fue la base para el desarrollo de un servicio de identificación genética en frutales que permite confirmar a lo más en cuatro semanas la identidad de las plantas de un vivero o de un productor con PCR’, agrega Guajardo.
Para Lorena Pinto, product manager de A.N.A Chile (Andes New Varieties Administration), principal administradora de variedades de frutales en el país, el servicio ofrecido por CEAF es un aporte tremendo para la fruticultura nacional. ‘Los viveros pueden hacer control de sus planteles y de las plantas hijas con los productores de manera más rápida y más económica, evitar confusión de variedades, identificar frutas en destinos o packings que puedan provenir de plantas que no son adquiridas de forma regular y así controlar la propagación ilegal de variedades protegidas’, explica.
PCR express
Con el apoyo de FIA, la investigadora lidera un proyecto que busca acortar aún más los tiempos de obtención de resultados con la técnica de PCR. Actualmente, en CEAF se está implementando un sistema de identificación genética de alta resolución, técnica que tiene como sigla qPCR-HRM, que se basa en el uso de equipos altamente especializados y con alto poder de discriminación. ‘Además de ser un procedimiento sencillo y que permite obtener resultados amigables en su interpretación, favorecerá una rápida toma de decisiones por parte de los clientes’, comenta Guajardo.
En esa línea, el director ejecutivo de FIA, Álvaro Eyzaguirre, sostiene que comúnmente la caracterización de plantas frutales se realiza mediante análisis morfológicos, siendo una metodología poco eficiente. ‘Este nuevo servicio de identificación genética les permitirá a los productores asegurar la calidad de sus productos, al poder definir, a un bajo costo y con alta certeza, la genuinidad de sus plantas antes de establecer la plantación. Ello mejorará la competitividad y rentabilidad de los fruticultores de nuestro país’.
Los resultados de la nueva técnica tendrán mayor sensibilidad y resolución y estarán disponibles para los clientes en una semana, lo que acorta el 75% del tiempo actual ‘Además, pretendemos analizar muestras en pool, es decir, examinar varias plantas en un único tubo para ver si todas son iguales o hay mezclas. Con ello los viveros podrán examinar muchas más muestras en un único análisis a un bajo precio’, señala Verónica Guajardo.
Se espera que la implementación de este servicio de identificación genética permita definir a futuro la genuinidad de más de 350 accesiones de variedades y portainjertos de cinco de las especies más importantes para la fruticultura chilena: cerezo, manzano, duraznero y nectarín, ciruelo japonés y nogal.