Nilus: el proyecto chileno que crea glaciares artificiales para combatir el cambio climático

Inspirado en los ice-stupas que existen en los Himalaya de la India, un grupo multidisciplinario de expertos desarrolló un primer prototipo que busca reservar el agua precipitada de invierno para disponibilizarla en los meses de primavera y verano. El próximo año se probarán 50 glaciares artificiales, bajo el formato de un parque hídrico, en el Valle de las Arenas, en el Cajón del Maipo, con el objetivo de verificar si la iniciativa puede ser escalable y fungir como una potencial solución a la crisis hídrica, valiéndose a su vez de las virtudes de la inteligencia artificial.

En los Himalaya que corresponden a la porción de la India, cerca de la frontera con Mongolia, existe un grupo de glaciares artificiales, llamados ice-stupas (estupas de hielo) que logran abastecer de agua a las comunidades aledañas afectadas desde hace varios años por la sequía y el cambio climático. Este invento del indio Sonam Wangchuk logra congelar el agua que normalmente se pierde para hacerla disponible en épocas de mayor escasez del recurso.

En este caso se inspira el proyecto chileno Nilus para hacer lo propio, pero adaptado a la realidad nacional. Con un grupo multidisciplinario de expertos -entre los que se incluyen glaciólogos, geólogos, ingenieros hidráulicos e informáticos- han logrado desarrollar un primer prototipo de ice-stupas. El próximo año la idea es instalar 50 de estos cuerpos de hielo, bajo el formato de un parque hídrico, en el Valle de las Arenas, en el Cajón del Maipo, para hacer pruebas respectivas y ver si esta fórmula podría aspirar a ser una solución para la megasequía que atraviesa Chile desde hace 11 años.

“En la India esta metodología se usa para canalizar agua durante los meses de invierno y a través de diferencias de presión por altura se ponen aguas arriba y generan hielo con el fin de guardarla y disponibilizarla en épocas estivales”, explica el director de la iniciativa, Enrique Gellona, cuyo prototipo en Chile se emplaza cerca del glaciar El Morado, en la zona precordillerana de la Región Metropolitana. Lo hicieron ahí, cerca de El Morado, para investigar cómo impacta la instalación de estos glaciares artificiales a nivel climatológico.

Que el proyecto se pueda llevar a cabo solamente con el uso de la fuerza gravitacional es trascendental, porque eso garantiza que se trata de un proceso sustentable, sin uso de maquinaria pesada, quema de combustibles fósiles ni motores.

“Con este primer prototipo, queremos salir en busca de financiamiento para saber si podremos implementarlo en otros contextos y aspire a ser una solución general para el grave problema que nos aqueja, puesto que todo indica que el nivel de precipitaciones va a seguir disminuyendo”, Enrique Gellona, director del proyecto Nilus.

Por cierto, en este minuto el proyecto se desarrolla a pequeña escala, pensando en algunos poblados precordilleranos que sufren afectación de agua, y aquí es donde entra en juego la inteligencia artificial (IA) involucrada en él. El parque hídrico de 50 ice-stupas de entre 6 a 7 metros de altura será gestionado y monitoreado con un modelo de IA, a efectos de proyectar diferentes escenarios, ver cuáles son las mejores condiciones para adaptarlo en otro lugar y entender en generar los parámetros geoclimáticos.

“A través de fotografías digitales, estaciones de monitoreo, podremos comprobar cuánto demora este glaciar artificial en derretirse y saber cuál es el impacto en la comunidad. Nosotros ahora, con este primer prototipo, queremos salir en busca de financiamiento para saber si podremos implementarlo en otros contextos y aspire a ser una solución general para el grave problema que nos aqueja, puesto que todo indica que el nivel de precipitaciones va a seguir disminuyendo”, agrega Gellona, quien acota que “las formas cónicas de los ice-stupas permite que el hielo se derrita de manera mucho más lenta, a diferencia de la nieve cordillerana que dura muy poco en ese estado”.

Como indica Nilus en su sitio de Instagram, “hoy en Chile existen más de 24.000 glaciares, de los cuales solo 3 siguen creciendo año a año. Los ice-stupas se presentan como una alternativa al retroceso acelerado de glaciares en nuestro país, permitiendo el crecimiento de gigantescas masas de hielo, capaces de imitar la función de los glaciares, disponibilizando el agua en tiempos de escasez”.

Con esa información proporcionada vía inteligencia artificial, los científicos que lideran Nilus estarán en condiciones de verificar si éste se puede adaptar mejor, a modo de parque hídrico, en la Región de Antofagasta. “Si teniendo 50 generará un impacto en cierta comunidad, para poder ser usado en la agricultura local, a nivel de importancia podríamos construir mil glaciares artificiales y hacer la gran diferencia pensando en el futuro. El gran problema que hay es que el agua, en épocas de abundancia, no podemos guardarla. Y cada vez el agua será más poca”, concluye Gellona.

Fuente: País Circular

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