La producción mundial de manzana fresca para 2018/19 está previsto que descienda 5,7 millones de toneladas desde el año anterior, hasta situarse en 68,7 millones, el nivel más bajo en ocho años, pues China ha sufrido sustanciales pérdidas por unas perjudiciales condiciones meteorológicas que contrarrestan de sobra las ganancias en la Unión Europea. Se espera que la merma de la producción fuerce más a la baja las exportaciones en casi medio millón de toneladas hasta 5,7 millones, mientras que la disminución de la oferta con calidad exportadora deprimirá el consumo y aumentará la transformación.
Se estima que la producción de China se desplomará a su nivel más bajo en nueve años, con una caída del 25% hasta 31 millones de toneladas, pues las heladas de abril y las fuertes lluvias y granizos de mayo provocaron daños considerables a los cultivos de las principales provincias productoras. Con la bajada de la oferta, también se prevé que retrocedan las exportaciones, con una caída de casi un tercio hasta 880.000 toneladas. Se calcula que las importaciones crecerán en 12.000 toneladas hasta situarse en 75.000, pues los mayores envíos desde Nueva Zelanda y la Unión Europea compensan de sobra la merma de la oferta de los Estados Unidos. Este país sigue siendo el principal proveedor de China en el hemisferio norte, aunque sigue enfrentándose a un arancel de represalia del 50 por ciento.
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Fuente: Freshplaza