La Araucanía ingresa de lleno al mapa frutícola de Chile: Arándanos Orgánicos y Avellano Europeo a la cabeza

Abril 6, 2021|Actualidad, Nacionales|

Lejos están los tiempos en que La Araucanía, en el año 1999, era una de las regiones con menos huertos frutícolas de Chile y se destacaba sólo por ser gran productora de granos. Según el último Catastro Frutícola Odepa Ciren, al año 2019, La Araucanía alcanzó una superficie frutícola de 14.400 hectáreas, con 548 huertos frutales, siendo la sexta a nivel nacional en cuanto a producción en este rubro, con un crecimiento sostenido año a año que, según cifras no oficiales, al 2021 pueden llegar a las 20 mil hectáreas, destaca un reportaje de Revista Campo Sureño.

Este aumento progresivo y la diversificación hacia frutales va de la mano con el aumento en las exportaciones. De hecho, en el mismo catastro se establece que un 65,7% de la fruta fresca de la región llegó a mercados internacionales como EEUU, China y Europa el año 2020. En tanto, las exportaciones de fruta fresca y frutos secos desde La Araucanía alcanzaron los 150 millones de dólares -FOB-, con una participación de un 27,9% de las exportaciones regionales, ocupando el segundo lugar después de la celulosa, según el último Boletín Regional de Exportaciones Silvoagropecuarias de ODEPA.

“El cambio climático ha desplazado la frontera frutícola hacia el sur del país y esto ha beneficiado a La Araucanía. Además, nuestros suelos son aptos para practicar la fruticultura en ciertos territorios que tienen alto contenido de materia orgánica y también mayor disponibilidad de agua respecto del norte del país. También, muchas especies de clima templado frío se adaptan muy bien a estas condiciones como son el avellano europeo, los berries y los cerezos. Todo esto nos convierte en una región con grandes proyecciones para desarrollar la fruticultura”, indica el director del programa Araucanía Frutícola, investigador de INIA, Miguel Ellena.

Arándanos orgánicos y Avellano Europeo a la cabeza

Entre los cultivos frutales (fruta fresca y frutos secos) en La Araucanía destaca el avellano europeo -con casi la mitad de la superficie de producción frutícola-, mientras que manzanos, arándanos, cerezos, frambuesas, castaños y nogales también se van tomando el paisaje agrícola de la región y los productores están atentos a la demanda del mercado y a las inversiones para iniciarse en el proceso de diversificación.

Ante el desarrollo del cultivo del avellano europeo, hoy la región ocupa el segundo lugar después del Maule en cuanto a producción y con un alza significativa. Según señala el gerente general de Agrichile, empresa que compra alrededor del 95% de la producción nacional, Camilo Scocco, “durante el año 2020 la producción de avellano alcanzó las 11.071 toneladas totales en La Araucanía, equivalente a un aumento del 78% respecto al año anterior. En base a la proyección realizada con nuestros agrónomos, para este 2021, el pronóstico es que mantenga niveles de producción similares a los alcanzados el año pasado”.

De la superficie plantada que abarca más de 7 mil hectáreas se estima que hay 5 mil en producción y 2 mil de plantaciones nuevas que se han establecido en los últimos años. “Esperamos que los agricultores de esta región sigan plantando a futuro y nosotros, como Agrichile, estamos disponibles para apoyarlos en conjunto con nuestro equipo de agrónomos que presentan soporte técnico, con las plantas de nuestros viveros y con nuestras plantas de recepción y proceso de la fruta”, expresa Scocco.

A nivel nacional las expectativas de crecimiento para la industria del avellano europeo son altas y se pretende incorporar anualmente alrededor de 3 mil hectáreas, “en el año 2020 alcanzamos la producción de 40 mil toneladas de avellanas y en este sentido esperamos que Chile se posicione como un punto de referencia de producción del avellano europeo a nivel mundial”, señala.

En fruta fresca, sin duda, el arándano es un cultivo que ha ido tomando terreno, destacando la producción del arándano orgánico, con la que La Araucanía ocupa el primer lugar de producción en el año 2020, debido a la ausencia de la plaga Lobesia botrana. A partir de esta temporada, el Systems Approach permitió exportar arándanos orgánicos a Estados Unidos de las regiones de Ñuble y Bio Bio, desplazando a La Araucanía a un segundo lugar después de Ñuble, aunque sigue manteniendo el ritmo de ascenso productivo con una participación en exportaciones de un 25,4% en arándanos orgánicos.

A juicio de la gerente técnico del Comité de Arándanos de Chile de Asoex, Julia Pinto, en cuanto a la competitividad de las exportaciones de arándanos “la región de La Araucanía en su parte final se ve enfrentada a la competencia de países como México y Marruecos, los cuales tienen condiciones de acceso más favorable a Estados Unidos y Europa respectivamente, por lo que es necesario tener una oferta de calidad y condición que permita competir y pensamos que el recambio varietal es uno de los desafíos que tiene la zona”.

En cuanto a la producción de arándanos en esta zona del país estima que “tiene ventajas agroclimáticas de manera natural. Sin embargo, tienen desafíos importantes, como cuidar que no entre Lobesia botrana a la producción, dado que le da la ventaja de tener producción orgánica para Estados Unidos”.

En general, la profesional destaca que el aspecto fitosanitario es fundamental a considerar “tenemos que trabajar para tener una mejor oferta exportable, con calidad y condición. Por otra parte, cuidar la fitosanidad, no sólo de Lobesia botrana, sino también de Drosophila suzukii, plaga que afecta la producción principalmente de berries y cerezas, y que también se ha visto que tiene una gran cantidad de hospederos, no sólo productivos, sino que también silvestres”.

 

La diversificación hacia el área frutícola en la Región ha ido de la mano del impulso de sus agricultores que han visto en este rubro una mayor rentabilidad y oportunidades de negocios ante mercados que Chile, como el más grande exportador del cono sur, ha ido abriendo y afianzando. Nuevas estrategias de financiamiento y mayor conocimiento técnico aplicado son, sin duda, los paradigmas que tiene el sector y que se van despejando en la medida que el paisaje agrícola de La Araucanía va cambiando cosecha a cosecha.

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