En el marco del Programa FIC “Transferencia para la Recuperación del Potencial Productivo de Predios Restituídos de La Araucanía” COD: 40036319-0 financiado por el Gobierno Regional de La Araucanía y ejecutado por la Fundación para el Desarrollo Frutícola se han llevado a cabo plantaciones demostrativas de frutales y capacitaciones productivas a 30 beneficiarios mapuches de diversas comunas de La Araucanía.
Ayer lunes en el marco de este programa, se llevó a cabo una ceremonio que puso término al proceso de capacitación entregado a los beneficiarios. Cursos en plantaciones de frutales de 30 horas cronológicas, separadas en 5 módulos presenciales de 6 horas cada uno y 3 días de campo, que abarcaron diversos temas, tales como: preparación de suelo; operación de riego tecnificado y drenaje; aspectos de clima y su relevancia para la fenología de las plantas; plantación, manejo productivo y poda de formación de especies frutales tales como arándano, durazno, avellano europeo, vid vinífera, cerezo y frambuesa; reconocimiento de plagas de insectos cuarentenarios y de importancia económica; manejo, uso y aplicación de pesticidas; aspectos generales de hortalizas y frutillas. Además, en el marco de esta formación se han visitado huertos de empresas frutícolas, packing de embalaje de frutas, sitio de inspección fitosanitaria de fruta y puertos de embarque a los mercados del mundo con la finalidad que los beneficiarios se familiarizacen con el rubro.
Cabe destacar que el programa de capacitación, adicionalmente, consideró el establecimiento de un huerto demostrativo en el predio de cada beneficiario de la comunidad indígena, los cuales fueron ubicados en diversas comunas de la región (Nueva Imperial, Lautaro, Padre Las Casas, Chol chol, Carahue, Galvarino y Teodoro Schmidt). Cada predio demostrativo es de 2.500 metros cuadrados aproximadamente (1/4 de há con habilitaciones de riego y cabeceras) y en ellos se han establecido diversas especies de acuerdo al estudio edafoclimático efectuado a cada predio en particular, en el que cada beneficiario ha establecido las especies que han elegido sobre la base de que su predio tenga la aptitud adecuada para ello.
De esta forma se han establecido huertos demostrativos de cerezos, avellanos europeos, manzanos, duraznos, vid vinífera, arándanos, frambuesas y frutillas.
La última actividad de capacitación que marcó el cierre del proceso formativo de este proyecto, correspondió la realización de una rueda de negociación y formatos de contratos de comercialización de fruta, conceptos de liquidación de cosecha y otros relevantes, que fueron entregados por representantes de ASOEX. Posteriormente a esta charla se realizó un acto de entrega de diplomas que certifican la participación de los participantes del Programa.
La jornada culminó con la visita a un predio de comunidad indígena beneficiada, para revisar los avances y donde profesionales de ASOEX y FDF pudieron conversar con los beneficiarios. En esta ceremonia participaron el Consejero Regional, Marcelo Carrasco, el Director regional de FIA, el Secretario de la Asociación de Municipios de La Araucanía Andina, Cristián Salas; el Presidente de la Fundación para el Desarrollo Frutícola (FDF), Francisco Letelier y el Gerente de Fomento de ASOEX, Francisco Albornoz.
“Para la Fundación para el Desarrollo Frutícola (FDF) y para la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile (ASOEX), es un hito importante llegar a esta ceremonia de entrega de certificados de participación en los cursos que hemos efectuado en el marco de este proyecto. También es muy relevante el poder dejar plantaciones demostrativas de frutales a 30 beneficiarios del programa, pues es una manera de acercar la industria frutícola a las comunidades, fortatalecer el conocimiento de la misma e ir avanzando en el desarrollo y prácticas culturales de la actividad”, puntualizó Francisco Letelier, durante el discurso de cierre.
Agregó: “La región de La Araucanía posee un clima excepcional para el desarrollo de la fruticultura. Los continuos avances tecnológicos, genéticos, de acceso a mercado, hacen posible que cada día sea más común ver terrenos- que antes se cultivaban con cereales o plantaciones forestales-, ahora se dediquen a la fruticultura o la agroindustria. Estos avances deben ser aprovechados por toda la región y especialmente por sus habitantes, dado que el sector frutícola genera un efecto multiplicador relevante, no sólo a los propietarios de los huertos, sino que a toda la comunidad, generando empleos de calidad, emprendimientos relacionados de bienes y servicios, mayor demanda de conocimiento, profesionales e investigadores y en general toda una cadena de producción muy diversa”.
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