Investigadores chilenos desarrollan nueva tecnología para extender la vida útil de la fruta

Noviembre 21, 2023|Actualidad|

  • Según sus desarrolladores puede reducir las pérdidas de fruta hasta en un 65% durante el almacenamiento y transporte.

Investigadores de la Universidad de Concepción desarrollaron una nueva tecnología para extender la vida útil de la fruta. Se trata de Bioshield Pack, un papel bioactivo elaborado a partir de la pulpa de celulosa de pino radiata y algas marinas.

Según sus desarrolladores puede reducir las pérdidas de fruta hasta en un 65% durante el almacenamiento y transporte. El Dr. Cristián Agurto Muñoz, director del Laboratorio Gibmar del Centro de Biotecnología y Facultad de Farmacia de la universidad y quien lidera el equipo de investigación dijo al medio de Atacama, Tierramarillano: “Las exportaciones de frutas frescas como uvas, manzanas, peras, kiwis y frutas de hueso utilizan papel gofrado para protegerlas de la humedad y los impactos. Pero este nuevo material bioactivo algal añade propiedades antioxidantes, antibacterianas y antifúngicas, que previenen la aparición de microorganismos causantes de la pudrición de los frutos”.

El papel se fabrica a partir de una pulpa mecánica producida a partir del pino de Monterrey, del cual Chile tiene 2 millones de hectáreas de plantaciones, junto con biomasa y extractos bioactivos de algas. Chile obtiene alrededor de 360.000 toneladas de estos extractos al año de pastizales naturales, mientras que otras 12.000 toneladas provienen de cultivos.

Según Andrea Donoso, investigadora y subdirectora de Gibmar en el Centro de Biotecnología de la universidad. “La idea de desarrollar este tipo de papeles surgió no sólo de la necesidad de solucionar el problema de las pérdidas de frutos provocadas por hongos fitopatógenos, sino también como una forma de agregar valor y diversificar el uso de macroalgas chilenas”.

Chile exporta alrededor de 2,6 millones de toneladas de fruta fresca por un valor de más de US$ 4.000 millones. cada año. Entre el 3 y el 5 % del cual no llega al consumidor final porque se descompone o estropea.

El proyecto, desarrollado en colaboración con la industria forestal, demostró la viabilidad de producir bobinas de papel de algas bioactivas en condiciones industriales reales.

En ensayos con manzanas y uvas empacadas para exportación y almacenadas durante 60 días con una pausa térmica de dos semanas. Agurto dijo que hubo “una disminución de entre 50 y 65% en la infección por algunos de los hongos patógenos más comunes con mayor impacto en la industria agrícola nacional e internacional, como Botrytis cinerea, Rhizopus spp, Neofabre alba, Alternaria alternata y Penicillium expansum”.

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