Jose Graziano da Silva
El Director General de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación), José Graziano da Silva, señaló la necesidad de producir alimentos saludables y nutritivos, pero de una forma respetuosa con el medio ambiente, en la Asamblea General de Cáritas Internacional celebrada el pasado mes de mayo en Roma.
En este marco, considera que, para acabar con el hambre y la pobreza, se debe actuar en tres frentes principales: reforzar la capacidad de recuperación de las comunidades rurales en zonas de conflicto; promover la adaptación de los agricultores familiares al impacto del cambio climático y mitigar la desaceleración económica a través de redes de seguridad social y políticas públicas, como son los programas de comidas escolares basados en compras locales de alimentos procedentes de la agricultura familiar.
La obesidad, un mal en crecimiento
También destacó en su intervención la gran preocupación que representa el aumento de la obesidad y la deficiencia de micronutrientes, ya que más de 2.000 millones de personas tienen sobrepeso, de las cuales 670 millones son obesas. Asimismo, advirtió que, en poco tiempo, el número de personas obesas a nivel mundial superará la cantidad de personas que padecen hambre, que ascendieron a 821 millones en 2017, situación que ya se sufre en América Latina y el Caribe desde 2015.
La agricultura familiar, tabla de salvación
Abogó por promover la agricultura familiar para el cultivo de productos ricos en nutrientes, incluyendo frutas y verduras, señalando a los alimentos ultraprocesados, más baratos y de más fácil acceso que los alimentos frescos, como principales impulsores de la obesidad y la deficiencia de micronutrientes.
Igualmente, puso de relieve la importancia del Decenio de la Agricultura Familiar de la ONU que la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el pasado año y que tiene por objeto reforzar el apoyo a las comunidades rurales vulnerables en el mundo.
Fuente: sogama/ecoticias.com