ESTUDIO: Promover experiencias es mejor que hablar de salud cuando se trata de aumentar el consumo de frutas y hortalizas frescas

Febrero 18, 2019|Actualidad, estudios y reportes|

Hoy esta nueva  investigación ha demostrado que los mensajes sobre la salud por sí solos tienen un efecto limitado en el cambio de hábitos alimenticios, incluso en ocasiones son propensos a ocasionar reacciones defensivas o contrarias a lo deseado

comer peras

De acuerdo a una Investigación realizada  por “Sentient Decision Science” para “Produce Marketing Association”, el promover experiencias, es decir, aquellas conexiones que las personas tienen con los alimentos, sería mejor que promover  la salud por sí sola a la hora de querer incentivar un mayor consumo de frutas y verduras.Si bien,  la salud es el beneficio clave, y ha sido la base para la comunicación y comercialización de las frutas y verduras, hoy esta nueva  investigación ha demostrado que los mensajes sobre la salud por sí solos tienen un efecto limitado en el cambio de hábitos alimenticios, incluso en ocasiones son propensos a ocasionar reacciones defensivas o contrarias a lo deseado.

La comida (incluidas frutas y verduras) ma?s allá de ser un instrumento para tener una buena salud, tiene complejas e importantes conexiones con contextos culturales y sociales, identidad personal y experiencias emocionales. Por lo tanto, el mensaje que ma?s se acerca a poner a las frutas y verduras como herramientas que ayudan a una buena salud, refiere a  las experiencias subyacentes que la gente está buscando cuando comen en diferentes ocasiones y, cómo las frutas y verduras pueden cubrir estas necesidades.

La investigación parte explicando que los estados emocionales, como la felicidad o la tristeza, afectan nuestras elecciones alimentarias (“apetito emocional”) y que cambiar la asociación emocional que la gente tiene con los alimentos puede influir en sus comportamientos. Sin embargo aclara que en lugar de enfocarse en cómo lograr que los consumidores superen las barreras emocionales para alimentarse sanamente, en la investigación se pregunta cómo podemos cambiar el mensaje para que se acople a cómo ya se siente la gente y cómo se quiere sentir cuando come en diferentes ocasiones, es decir, en vez de juzgar cierto consumo como un “mal  hábito”, más bien se requiere comprender cuál es la necesidad emocional o de experiencia que cubre ese alimento, para buscar cómo ciertas frutas podrían sustituirlo.

Para llevar a cabo el estudio se realizó una encuesta a la población general de los EEUU incluyendo regiones de alto y bajo consumo de frutas y verduras; 7,061 adultos (58% mujeres) que participan en la toma de decisiones sobre alimentos para sus hogares. Ma?s de una tercera parte (39%) de los encuestados viven en un hogar con niños menores de 18 años de edad.  En el ejercicio se  evaluaron las asociaciones de los consumidores con 56 alimentos de tres categorías (frutas, verduras, no-agrícolas) con 47 atributos. Además se evaluaron  las preferencias de 56 alimentos en diferentes ocasiones (desayuno, snack/refrigerio), entorno físico (casa, trabajo/escuela), entorno social (solo, con amistades) y modo de consumo (por sí solo, como un ingrediente).

Factores de Selección

El primer factor selectivo que se buscó descubrir  en la investigación fue si el alimento era considerado una comida o un refrigerio. En este sentido, los alimentos procesados se asocian ma?s significativamente con la categoría de refrigerio, mientras que los productos agrícolas se asocian ma?s con una comida completa.

Estas asociaciones ayudarían a entender por qué las frutas y verduras son excluidas a menudo de lo que considera el consumidor como una categoría importante de consumo de alimentos, los refrigerios.

Este hallazgo es congruente con otras investigaciones de PMA que muestran que los consumidores tienen percepciones muy limitadas sobre cuándo deben consumir las frutas y verduras. Por ejemplo, las frutas se relegan a ocasiones de comida que constan de un solo alimento (desayuno, snack/refrigerio) y no requieren de mucho cocinar/mezclar ingredientes (el almuerzo en el trabajo/escuela).

Comer-fruta-felizPor otro lado, las verduras se perciben como un complemento de un platillo o una guarnición y no como un platillo principal. Las verduras también tienen menos probabilidades de ser consideradas cuando hay poco tiempo para preparar una comida. Para motivar a un mayor consumo de productos agrícolas, los consumidores necesitan ampliar sus conceptos de cuándo las frutas y verduras pueden cubrir sus necesidades.

Las categorías de comidas y refrigerios se dividieron en 8 espacios de demanda (ver la Ilustración 1) que reflejan diferentes entornos para comer y diferentes horarios del día.

Resultados del Estudio

e mostró que los consumidores son ma?s propensos a ver las frutas y verduras frescas como saludables y nutritivas (de 75% a 80% de los encuestados eligió estos atributos para frutas y verduras frescas), mientras que una pequeña porción de consumidores (de 35% a 46%) las ven como “actuales” o “de moda”.

Estos resultados confirman que los beneficios para la salud de las frutas y verduras están sumamente arraigados en las mentes de los consumidores. Al mismo tiempo, las frutas y verduras no se perciben de una forma que sugiera que tienen un atractivo popular desde un punto de vista ma?s intangible y emocional.

Curiosamente, cuando se trata de elegir alimentos para comer, los consumidores le dan mayor prioridad cuando las definiciones de cualidad de las frutas y verduras sugieren que son “frescas” (85% lo calificó como “muy” o “extremadamente” importante), por encima de las cualidades asociadas con alimentos procesados, tales como “con- gelados” (28% cali có como “muy” o “extremadamente importante”). Por lo tanto, desde un punto de vista racional, los consumidores indican muchas ventajas al elegir frutas y verduras; incluyendo que sean saludables y frescas. Sin embargo, nuestros análisis principales que utilizan medidas subconscientes y conductuales nos muestran una historia ma?s compleja.

 

Fuente: SimFRUIT según estudio de PMA
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