Opinión: El impacto del aumento de los costos en la industria agrícola

Mayo 13, 2022|Actualidad, Opinión|

Por Andrea RamosCountry Manager de Kilimo en Chile

La creciente inflación está afectando a las economías de todo el mundo y la industria agrícola no es la excepción. El problema es que estamos hablando de un área que desempeña un papel crucial en el desarrollo de un país: no sólo proporciona alimentos y materias primas, sino también oportunidades de empleo a una importante cantidad de población.

En el caso específico de la agricultura, los efectos pueden verse, por ejemplo, en el alza de los precios de los fertilizantes, que incluso superan el 200% en algunos casos y que son indispensables en la producción lechera y cárnica. Herbicidas, fungicidas y contenedores para la exportación también registran incrementos en sus costos, lo que se traduce en menor rentabilidad para los productores. El mismo caso se vive también en otros países de la región. En Colombia por ejemplo,, el boletín técnico del Dane (Departamento Administrativo Nacional de Estadística) reveló a fines de 2021 que los costos de la producción agrícola podrían subir desde un 18% y hasta un 40% por el alza en el precio de los insumos.

A través de conversaciones con distintos productores agrícolas locales, muchos de ellos han manifestado casos como el pago de 90 millones a 190 millones por el mismo plan de fertilizantes. El transporte de carga también ha tenido un aumento que se acerca al 300%, porque debido a los protocolos COVID, los tiempos de demora son mayores y en ese lapso de tiempo, la fruta pierde calidad. Como consecuencia directa, quienes reciben ese cargamento no están dispuestos a pagar el mismo precio de antes, generando un efecto dominó que perjudica a los productores. El único punto a favor en este panorama es la progresiva normalización de la mano de obra, donde los extranjeros cumplen un rol importante.

El impacto que está teniendo el alza de los precios en la industria agrícola incide directamente en el volumen y la calidad de la producción hacia el futuro. Por eso, resulta fundamental contar con herramientas que permitan controlar los gastos en insumos, recursos o factores de producción. Aquí el riego eficiente puede ser una de las claves para disminuir costos en el uso de energía y mano de obra. Actualmente existen en el mercado diversas herramientas tecnológicas certificadas que promueven el uso eficiente del agua con la ayuda de softwares, big data e Inteligencia Artificial, que estudian las necesidades específicas de riego de cada productor y diseñan un plan de trabajo customizado que entrega soluciones tangibles para los agricultores, como la mejora en el rendimiento del riego y de los fertilizantes que se usan de hasta un 30% y el aumento de la eficiencia en el uso del agua hasta en un 70%.

Así, los recursos se optimizan y no se malgastan, punto especialmente importante en el actual contexto inflacionario.

En el corto y largo plazo, los productores agrícolas seguirán enfrentando nuevos desafíos para abaratar costos a través de automatizar procesos, cambiar insumos, cultivos, variedades, etc. Vivimos tiempos de ajustes que requieren análisis, evaluación y toma de decisiones, y aquí es donde la tecnología puede ser un gran aliado estratégico.

Fuente: El Agro

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