El desarrollo frutícola no es casualidad

Junio 19, 2019|Opinión|
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María Emilia Undurraga, Directora de ODEPA

Por María Emilia Undurraga, Directora de ODEPA

La actividad frutícola corresponde a un pilar fundamental y eje de desarrollo clave en parte importante de nuestro territorio. La superficie frutícola nacional a 2018 se estima en aproximadamente 348 mil hectáreas, presentando una tasa de crecimiento promedio anual de 2,3%. Destaca la mayor distribución de la superficie frutícola a lo largo del país, relevándose la Región de La Araucanía que incrementa su superficie a una tasa promedio anual de 9,2% en los últimos cinco años.

En el corto plazo, este crecimiento en superficie irá acompañado de un incremento en el volumen disponible para comercializar, especialmente en los mercados extranjeros, por esto, estamos abocados en mejorar las condiciones de los tratados de libre comercio, como por ejemplo con la Unión Europea y Corea.

En línea con lo anterior, además nos encontramos trabajando en nuevas aperturas sanitarias, como es el caso de los cítricos para el mercado chino. Esperamos avanzar rápidamente, tal como sucedió con las peras, en donde al 6 de junio del presente año ya se han enviado 2.000 toneladas al puerto de Hong-Kong y Shanghái. Se estima que el intercambio comercial bordee los 50 a 60 contenedores en esta temporada.

En el ámbito comercial, resulta clave seguir diversificando los mercados y, por sobre todo, explorarlos y conocer en detalle las preferencias y cambios que se suscitan en las tendencias de los consumidores. Todo esto con el objetivo de incrementar la competitividad de la industria frutícola bajo una mirada de largo plazo, lo cual permita ir detectando brechas e ir generando las acciones de mejora pertinentes.

La apertura de nuevos mercados se ha debido al del compromiso de todos los actores de la cadena frutícola, quienes han focalizado sus esfuerzos en optimizar los procesos productivos, junto con una adecuada adopción tecnológica, lo cual les ha permitido incrementar la eficiencia técnica predial. Por otro lado, la apertura comercial y las mejoras continuas en la gestión fitosanitaria han sido claves en este desarrollo.

En relación con los desafíos sectoriales, es necesario continuar en la senda de distinguirse en el mercado internacional, diferenciándose por la generación de alimentos saludables, inocuos, con condición, calidad y sabor, producidos en sistemas agroalimentarios reconocidamente sostenibles.

Lo anterior con especial foco en los ámbitos de la investigación, desarrollo e innovación, como también en las exigencias relativas a certificaciones de sostenibilidad y avances tecnológicos asociados al uso de la inteligencia artificial y robotización, que más temprano que tarde, se convertirán en una realidad y en un gran desafío de formación del capital humano sectorial.

Sin duda, todo esto permitirá avanzar hacia sistemas de producción agroalimentarios inteligentes, incorporando tecnologías que incrementarán la productividad y harán aún más atractivo este sector, con una fuerza de trabajo cada vez más tecnológica y dispuesta a asumir los desafíos del futuro.

Para avanzar en esta y otras materias, Odepa, por mandato del ministro de Agricultura, está a cargo de la secretaría técnica de la Comisión Nacional de la Fruta, la cual se constituyó por decreto del Ministerio de Agricultura publicado en enero de este año y en cuya segunda reunión, realizada el 30 de abril del presente, se constituyeron cuatro comités de trabajo: Inocuidad y Asuntos Fitosanitarios; Temas Comerciales, Calidad y Condición; Sostenibilidad e Innovación, los cuales presentan como objetivo discutir en conjunto con los diversos gremios, la academia y la institucionalidad pública, las diversas problemáticas y oportunidades que presenta nuestra actividad.

En definitiva, Odepa cree firmemente que todos estos esfuerzos, tanto de cada eslabón de la cadena frutícola como del esfuerzo de la coordinación público-privada, le dan el dinamismo y el impulso que requiere para su desarrollo como actividad económica.

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