Eficiencia Hídrica en Control de Heladas: Tecnología con base en la baja aplicación de agua

Noviembre 19, 2020|Opinión|

Por Felipe Cáceres, Ingeniero hidráulico y Director General de Tierra Verde

 

“Es una realidad que la variabilidad climática jugará un papel aún más grande que en el pasado, porque no habrá suficiente provisión de alimentos para abastecer a toda la población mundial atendiendo a la tasa actual de crecimiento, a no ser que mejore la tecnología en agricultura, que los recursos naturales se usen con más eficiencia y que los que tomen decisiones tengan información actualizada de las principales circunstancias que afectan a los cultivos. El principal papel de la agrometeorología moderna es asegurar que los investigadores, planificadores, y agricultores dispongan de datos, herramientas y del conocimiento necesario para enfrentarse a los problemas de la producción agrícola provocados por las variaciones meteorológicas y climáticas.”

Texto de Peter Holmgren Director División de Medio Ambiente, Cambio Climático y Bioenergía Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.

Entre los múltiples factores de afectan a la productividad de los cultivos se encuentra el daño producido por las heladas. Este fenómeno se presenta en los principales valles agrícolas del país desde Copiapó por el norte hasta la Región de Aysén.

TierraVerde ha desarrollado una tecnología basada en la aplicación de una “baja” cantidad de agua por sobre el follaje de los cultivos, lo que ha permitido la protección de estos mismos con heladas ya sea de advección o radiación de hasta siete grados Celsius bajo cero.

Definimos por “baja” aplicación el rango de valores de 0,72 a 1,44 mm/hora o su equivalente de 2,0 a 4,0 litros/segundo/hectárea. Estas cantidades son sustancialmente menores que los tradicionalmente utilizadas que superan los 8,0 litros/segundo/hectárea.

La baja tasa de aplicación, con una cobertura total de humedecimiento, se logra utilizando una combinación de productos de riego en que el principal de ellos lo constituye el “pulsador”, que se instala asociado con un gotero o regulador de caudal y un microaspersor o distribuidor del agua.

Las combinaciones de caudales y distancias actualmente más utilizadas corresponden a caudales de 25 y 35 litros por hora, dispuestos de tal forma que humedezcan áreas de 24 a 30 metros cuadrados con 300 a 400 pulsadores por hectárea.

El agua aplicada sobre los cultivos a lo largo de todo el evento de la helada logra la mitigación del daño. Los sistemas se deben poner en funcionamiento con antelación al inicio las temperaturas bajo cero.

El consumo de agua en baja cantidad permite el uso parcial de la infraestructura de bombas, filtros, tuberías y válvulas de los sistemas de riego tecnificado existentes, minimizando el costo de inversión y operación que son sustancialmente menores que las alternativas de control basadas en ventiladores, calefactores y helicópteros.

La energía de defensa se encuentra contenida el agua por lo que es necesario disponer de una fuente continua o un almacenamiento de este recurso en los periodos de los eventos con heladas.

Este sistema no utiliza combustibles fósiles como petróleo o gas y tampoco produce efectos colaterales como lo son los ruidos por sobre la norma que afectan a las comunidades vecinas.

La baja cantidad de agua aplicada tampoco afecta a los cultivos y permite las labores agrícolas propias de cada cultivo sin interrupción por exceso de humedad.

El sistema permite la instalación en áreas pequeñas inferiores a 5 hectáreas y en predios extensos con cultivos sensibles y en sectores específicos que presentan daños permanentes a lo largo de los años.

Las primeras experiencias de este sistema se implementaron hace más de una década en vides viníferas y actualmente durante los últimos dos años se han hecho extensivas en paltos, cítricos, cerezos y olivos.

En todos estos proyectos los resultados han sido exitosos comprobándose la eficacia del sistema con diferentes tipos de heladas, en diferentes cultivos asociado a su estado fenológico y con eventos de intensidad y duración también muy variados.

 

Mayor información visite www.tierraverde.cl, o escriba al email ismael.caceres@tierraverde.cl

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