La Directora aseguró que los programas de mejoramiento genético nacional y los orientados a la adaptación de variedades extrajeras son líneas de trabajo son imprescindibles para aumentar la competitividad nacional en el mercado global
Macarena Aljaro, directora Programas Tecnológicos de CORFO, sabe de la importancia -para el desarrollo nacional y regional- de la industria frutícola en la generación de trabajo, de una economía virtuosa y del fortalecimiento de cadenas productivas. Es por ello, que asegura que “es fundamental la transferencia y escalamiento de los desarrollos tecnológicos impulsados por la industria con el apoyo de CORFO”, la que comenta se ven reflejados “en innovaciones asociadas a distintos usuarios de la cadena de valor frutícola” y, se traduce “en nuevos conocimientos que sofistican y/o diversifican la oferta de un sector económico, a través de nuevas variedades, mejor calidad, mayores rendimientos, temporalidad, entre otros factores”.
En relación a cómo los programas tecnológicos se pueden vincular a la productividad y competitividad del sector, la ejecutiva es clara, “a partir de un diálogo público-privado entre los distintos actores del rubro, se levantan las principales brechas tecnológicas sectoriales y se acuerdan las prioridades para avanzar en programas e iniciativas orientadas al desarrollo tecnológico con fines productivos, y que son factores claves para la productividad y competitividad de un sector en el largo plazo”.
Específicamente en el sector frutícola, Aljaro asegura que las iniciativas de programas de desarrollo frutícola se basan en diagnósticos realizados por el Ministerio de Agricultura y agencias como FIA, que fueron parte del análisis y diálogo inicial que impulso CORFO, y que permitió promover nuevos programas, que se sumaron a los Consorcios Tecnológicos vigentes, y Programas de Mejoramiento Genético que ya avanzaban en otras líneas desde el 2009.
En la siguiente entrevista, Macarena Aljaro, analiza éste y otros temas, ya que actualmente hay varios programas tecnológicos de la industria frutícola que están activos, y que trabajan en mejoramiento genético nacional y el desarrollo de paquetes agronómicos asociados a la producción de las nuevas variedades, como es el caso de Uva de Mesa, Frambuesa, Durazno, Cerezo, Nectarines, Nogales y Manzanas. Y también, están los programas más orientados a la adaptación de variedades extrajeras ingresadas a Chile, como es el caso del Kiwi, Arándano, Cítrico, Palta y Avellano Europeo.
Para la profesional de ambas líneas de trabajo son imprescindibles para aumentar la competitividad nacional en el mercado global.
¿Cómo un programa tecnológico ayuda a mejorar la productividad del sector?
A través del desarrollo de tecnologías que dan soluciones a problemas establecidos por la industria. Luego esos desarrollos son empaquetados y transferidos a las empresas del sector atendido, generando acceso a productos-servicios-proceso con mayor valor agregado, generación de capital humano avanzado, generación de bienes públicos e instalación de capacidades para el sector, mejor calidad y rendimiento, apoya la diversificación y reconversión de sectores productivos, generación de empleos, con fuerte foco en la sustentabilidad y descentralización, y generación de redes y alianzas entre las distintas entidades que participan de la cadena de valor de la industria.
Esto sin duda, permitirá impulsar la competitividad y la sustentabilidad del sector exportador de fruta fresca, a través del desarrollo y/o adaptación de variedades o patrones y la creación de paquetes/modelos tecnológicos, que permitan contribuir a la diversificación y sofisticación de la industria y a potenciar su participación en los mercados globales con productos de mayor valor y conocimiento.
¿Cuál es el aporte a la economía?
La dirección de programas tecnológico a través de sus instrumentos, promueven la conformación de alianzas tecnológicas para la productividad, entre la industria, la academia y el sector público, con el fin de diversificar la oferta a través de nuevo conocimiento e industrias, aumentar la productividad a través de la sofisticación de la oferta, y fortalecer vinculación del sector productivo y académico. Lo anterior, ha permitido que los programas en desarrollo en el sector frutícola aporten al sector:
-Más de 10 nuevas variedades de nectarines, duraznos y uva de mesa, además de impulsar el Consorcio Tecnológico de la Fruta que desarrolloólas Frambuesas Santas.
– Generación y fortalecimiento de plataformas de mejoramiento genético frutícola en Chile y para el mundo, con el consiguiente desarrollo de capacidades asociadas a la generación de conocimiento y con ello de valor para la industria.
– Cerca de 1.000 Ha en producción, 500 productores, 1.300 empleos y 40 MM USD de ingreso por exportaciones, están asociados hasta hoy a las nuevas variedades de uva de mesa, carozos y también frambuesa, estas últimas promovidas a través del Consorcio de la Fruta desde sus orígenes.
– Actualmente, 12 especies frutales son parte de los programas de desarrollo genético o adaptación tecnológica en ejecución.
Gracias a los apoyos de Corfo, el Programa del Frambueso del Consorcio Tecnológico de la Fruta de ASOEX, desarrolló las primeras frambuesas 100% chilenas: Santa Teresa, Santa Clara y Santa Catalina, conocidas como “Santas”
¿Cómo los programas incluyen a la industria, la sociedad civil y el sector público?
Todo programa requiere de la participación de la industria, ya que los desarrollos tecnológicos deben estar orientados a las necesidades u oportunidades de ésta, y en consecuencia los desarrollos deben tener fines productivos. Sin duda toda industria que se asocie a un territorio, tendrá un impacto en el mismo, incluyendo a la sociedad civil. A su vez, el sector público, tiene un rol fundamental en promover y coordinar análisis sectoriales que permitan identificar dichas necesidades u oportunidades, así como en ser facilitadores de las innovaciones a través de un seguimiento cercano de las iniciativas, que permita abordar necesidades en regulación u otros.
¿Cuáles son los enfoques que debe tener un proyecto Tecnológico?
Los programas tecnológicos, se orientan a la creación de valor mediante un desarrollo tecnológico asociativo con fines productivos, el cual considera la sustentabilidad, impacto sectorial y territorial, y llevar los resultados y productos a un nivel al menos pre-comercial.
¿Hacia dónde debieran ir los desarrollos tecnológicos del sector?
Aumentar la competitividad del sector frutícola, lo cual significa enfrentar desafíos relacionados con: cambio climático, escasez del recurso hídrico, integración de tecnologías (infocomunicaciones, nanotecnología, inteligencia artificial, robótica, biotecnología, etc.). A su vez, estos desafíos deberán incorporar a los distintos tamaños y tipos de empresas, tanto productores como proveedores, pensando además en los diversos espacios de interacción tecnológica que pueda existir con otras industrias, como la acuícola, minera, energía, entre otras.
Para ello es fundamental pensar en bloque, en forma colaborativa, aunando esfuerzos y visiones sectoriales, desde cada uno de los eslabones que componen la cadena de valor de esta importante industria.
Fuente: SimFRUIT