
Fuente:Canvas.
La tecnología elaborada a partir de residuos agrícolas y pesqueros podría revolucionar el mercado, aumentando la durabilidad y el aroma de la fruta
El Instituto de Química de São Carlos (IQSC-USP) desarrolló una biopelícula comestible que duplica la vida útil de las frutillas, una de las frutas más perecederas del mercado. Elaborado con antioxidantes extraídos de la cáscara de granada y quitosano obtenido de los calamares, el recubrimiento reduce la contaminación por hongos, mantiene la textura, el aroma y el sabor, además de minimizar la pérdida de masa durante el almacenamiento refrigerado.
Durante los experimentos de laboratorio, las frutillas recubiertas con la película mostraron:11% menos pérdida de peso después de 12 días de refrigeración: Retraso de la contaminación fúngica, que se presentó entre 6 y 8 días, frente a 4 días para los frutos desprotegidos: Conservación de un 40% más de compuestos aromáticos responsables del aroma característico del fruto. Además, los análisis sensoriales demostraron que el recubrimiento no alteró el sabor, aroma o apariencia de la fruta, destacando su potencial comercial.
De acuerdo con Abrafrutas, la película está compuesta por residuos de cáscaras de granada, ricas en antioxidantes, y quitosano extraído del calamar, lo que evita la alergenicidad asociada a la versión del camarón. La tecnología tiene un costo estimado de R$ 0,15 por fruto, lo que permite su uso a gran escala.
“El recubrimiento aumenta la durabilidad, reduce las pérdidas y aprovecha los residuos agroindustriales. Es una solución sostenible y asequible para productores y consumidores”, afirmó Mirella Bertolo, investigadora postdoctoral y autora del estudio.
El trabajo se realizó con el apoyo de la Fapesp y en colaboración con investigadores de Embrapa Instrumentação y de la Universidad Federal de São Carlos (UFSCar) , bajo la dirección del profesor Stanislau Bogusz Junior.
Siguientes pasos
Los investigadores han solicitado una patente para la formulación y están buscando empresas interesadas en licenciar la tecnología. La innovación podría revolucionar el mercado de la fruta fresca, especialmente las frutillas, que son muy susceptibles al deterior