En la industria frutícola de Chile, la mano de obra siempre ha sido un tema importante, sin ellos, sería difícil pensar en el crecimiento y desarrollo que, actualmente, ha logrado la industria de la fruta, que la sitúa como la principal proveedora de uvas de mesa, arándanos, ciruelas y cerezas a nivel mundial.
No obstante, hoy el sector enfrenta un escenario de mayores desafíos, que van desde una mayor competencia en los mercados de destino, hasta la implementación de mayor tecnología como respuesta a la falta de mano de obra, la necesidad de mejorar procesos e incrementar la productividad, con la finalidad de no perder competitividad y liderazgo en los mercados internacionales.
En este marco, hoy nos encontramos con desarrollos tecnológicos que pueden significar al sector ahorros en tiempo y dinero, pero quizá lo más importante, cuidar de los trabajadores de la fruta y convertirlos en “Súper Trabajadores”.
“Hemos detectado que algunos de los problemas más comunes de nuestros clientes son las lesiones y alta rotación de personal, así como la demora y poca productividad a la hora de manipular carga. Por ello, desde hace 25 años, nos dimos a la tarea de desarrollar soluciones, para la manipulación de cargas, flexibles, personalizadas y que se acomoden a las necesidades y presupuesto de nuestros clientes. Con nuestras tecnologías es posible que un trabajador y una trabajadora, sin importar su constitución física o fuerza, pueda manipular la misma carga sin ningún problema”, precisó Rosmarie Hucke, Gerente General de Arstecne, distribuidora de TAWI.
“Nuestros desarrollos permiten una mejor manipulación de diversos tipos de carga, como es el caso de cajas, pallets, sacos, bidones, entre otros materiales. Es realmente espectacular verlas en acción. Nos sentimos orgullosos de contribuir a mejorar la productividad de una empresa y cuidar de sus trabajadores. Con nuestros equipos, los operadores pueden manipular más carga a una velocidad constante, y manteniendo el ritmo productivo, durante toda la jornada de trabajo. En algunos casos, incluso un operador puede hacer el trabajo de dos personas”, agregó la profesional.
“Pero sin duda lo más importante es que con nuestros desarrollos logramos trabajadores más sanos y contentos, lo cual es un punto clave hoy para toda industria que busca mayor productividad, sin despreocuparse de sus colaboradores. Al utilizar nuestros equipos, los trabajadores no sufren lesiones y se sienten cuidados por la empresa. Asimismo, se trata de una tecnología limpia, flexible e inclusiva, pues no genera contaminantes; se adapta al espacio y carga que el cliente requiere; y quizá el punto más destacado es que puede ser utilizada por un hombre o una mujer, no importa el sexo o constitución corporal, pues quedan en igualdad de condiciones, es decir, no importa quien es más fuerte, con nuestros sistemas ambos pueden manipular la misma carga. Además, al ser amigables en su uso, no requieren cursos o largas capacitaciones para que un trabajador pueda utilizarlas de manera adecuada y de manera rápida”, puntualizó la gerente general.
Finalmente, Rosmarie Hucke, destacó que tras diversos estudios, tanto en Chile como en el extranjero, “hemos visto que el retorno de la inversión de nuestros sistemas estándares es entre 9 y 18 meses. Mientras que las tasas de accidentabilidad disminuyen, también se cumple de manera perfecta con la Ley del Saco, o Ley 20.949”, concluyó.
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