Agricultores del Valle de Copiapó buscan innovar en  cultivos orgánicos de uvas de mesa 

Octubre 7, 2019|Actualidad, Nacionales|

El Gobierno Regional, en conjunto con la Corporación para la Competitividad e Innovación de la Región de Atacama (Ccira), buscan establecer una alianza que permita lograr un desarrollo productivo y absolutamente sustentable en la manufactura agrícola de Atacama.

Es por ello que la semana recién pasada llevaron a cabo un seminario que orientó a los agricultores sobre la apuesta por el cultivo orgánico y el cooperativismo moderno para el fortalecimiento y la diferenciación productiva de esta región, con cuatro expositores experimentados en la materia.

“El propósito de esta cooperación es lograr que Atacama sea una región pujante que vaya a la vanguardia del crecimiento y el desarrollo, que innove y genere nuevas ideas enfocadas en la sustentabilidad; es por ello que lo que buscan es que los productores “se empapen de lo que viene”, dijo la presidenta de la Asociación de Productores y Exportadores Agrícolas del Valle de Copiapó (Apeco), Lina Arrieta Herrera.

“Si nos asociamos y trabajamos en conjunto; si somos capaces de golpear las puertas del Gobierno Regional para que nos respalde con los instrumentos del Estado podremos lograr una economía agraria de última generación en Atacama y en el país”, agregó la dirigente.

Para Arrieta, este cooperativismo va en función de diferenciar a esta zona del país con las demás regiones; sin embargo, sostiene que esto va a depender del empoderamiento que las autoridades asuman para que cada agricultor pueda innovar en procesos productivos orgánicos.

“No significa que lo que hacemos en la agricultura ahora no sea sustentable, sino que aún es necesario trabajar más (…) será una tarea larga y nada fácil”, puntualizó la presidenta de la asociación.

En tanto el intendente de la región, Patricio Urquieta García, se refirió al compromiso que tiene el Gobierno Regional con la primera misión que tiene el país en esta época para alcanzar el desarrollo en un escenario que permita abrir oportunidades de progreso con pleno respeto al medio ambiente, pero sobre todo con proyección y herencia hacia las futuras generaciones.

La autoridad resaltó que esto sólo se puede lograr de la mano con las actividades que forman parte de las potencias a nivel nacional y, fundamentalmente, de aquellas que dan una identidad regional, como es el caso de la agricultura.

Sostuvo, este rubro “se ha convertido en una de las columnas vertebrales que guían el desarrollo de nuestro país” y, en ese sentido es que el Gobierno de Chile busca “convertirlo en una potencia agroalimentaria”.

Esto se va a lograr -según dijo – con la exigencia del valor que los agricultores hacen a su trabajo, a fin de que sus productos puedan ser llevados a las mesas más exigentes del mundo.

Exposiciones 

Carlos Pino Torres, ingeniero agrónomo, fue el encargado de explicar los detalles de los sistemas vitícolas orgánicos y la factibilidad técnica de la producción de uva de mesa para la exportación, mientras que al ingeniero forestal Carlos Leal Tello, habló de la normativa nacional e internacional, así como los procesos claves para la certificación orgánica de los campos; también ofreció claves para el cumplimiento.

Las ingenieras agrónomas Francisca Alvear Hernández del Departamento de Agricultura Orgánica del SAG,  se refirió al procedimiento y normativa de la agricultura orgánica en Chile, la cual es fiscalizada por dicho servicio público. En su exposición se refirió especialmente a los requisitos para formar asociaciones de productores.

En este sentido, indicó que el proceso para certificarse como agrupaciones orgánicas dura 36 meses, periodo en el que son apoyados por el SAG en capacitaciones, y posteriormente el Servicio mantiene fiscalizaciones periódicas. “Importante es el registro que hagan del manejo del suelo, el riego, origen de las semillas, control de plagas, entre otros aspectos, manteniendo lo que se llama la trazabilidad de sus prácticas”, recalcó.

Por su parte, Alejandra Araya Barahona, ingeniera agrónoma,  expuso su experiencia de ocho años como productora orgánica de Alto del Carmen, resaltando la cadena de valor de este tipo de productos en el mercado interno. Dedicada a la producción de frutales, es la única agricultora certificada de la región, formando parte de la asociación nacional orgánica Tierra Viva.

Fuente: SimFRUIT con información de SAG y Chañarcillo
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