Uso de Ozono en Italia: Una alternativa para la desinfección en tiempos de Coronavirus

Las tentativas de contener la propagación de la COVID-19 ponen de relieve la importancia de la desinfección y, en particular, el papel del ozono en este ámbito. En el bullicio de la información, las suposiciones y las noticias falsas, es necesario arrojar algo de luz en los datos reales y concretos con el fin de transmitir la información correcta a los profesionales que trabajan en estos momentos delicados.

En este marco, FreshPlaza conversó con Daniele Simonelli de Saim Service, especializada en tecnologías poscosecha y desinfección con ozono. “Las bacterias son microorganismos, aunque estén formados por una sola célula, mientras que los virus, por el contrario, no son organismos vivos propiamente y merecen una clasificación aparte. Se puede afirmar que los virus son parásitos obligados y, para sobrevivir, necesitan ocupar un huésped adecuado y explotar sus componentes para reproducirse”.

Sobre el uso de ozono, Simonelli señaló: “La elección de emplear ozono como desinfectante se basa en que es más eficaz que otros desinfectantes químicos, por no mencionar que actúa contra una gama más amplia de microorganismos patógenos sin dejar residuos. El mecanismo de acción del ozono sobre los virus no es, ciertamente, el de la destrucción por lisis celular, como en el caso de las bacterias, sino el de la inactivación. Se puede decir que el ozono actúa de manera indirecta, es decir, ayuda a bloquear los receptores virales que crean el vínculo con la célula a invadir. Esto bloquea la reproducción viral en su primera fase, o sea, la invasión celular”.

En Italia, con el protocolo del 31 de julio de 1996 n.º 24482, el Ministerio de Sanidad ha reconocido el uso del ozono en el tratamiento del aire y del agua como defensa natural para la esterilización de ambientes contaminados por bacterias, virus, esporas, mohos y ácaros. “En la empresa, hace ya años que aplicamos el tratamiento con ozono para entornos de manipulación y almacenamiento de productos agroalimentarios, así como en el agua de tratamiento”, apunta Simonelli. “Por lo tanto, hemos desarrollado una marca especial con unas directrices de uso específicas y somos miembros de la EuOTA”.

A la izquierda, kiwis con lesiones en fase de cosecha: proliferación de moho contaminante y maduración temprana en la fase de frigoconservación, en ausencia de ozono. A la derecha, el mismo producto en frigoconservación con atmósfera de ozono: efecto cicatrizante sobre las lesiones superficiales y ausencia de moho contaminante.

La importancia de la desinfección en la cadena agroalimentaria es fundamental. Por eso, en estos momentos de crisis el ozono debe aplicarse de manera correcta.

“Dada la amplia propagación de la COVID-19, hemos implementado los usos y las prestaciones de nuestros sistemas de ozono, que actualmente se utilizan para desinfectar frutas y hortalizas en las líneas de lavado y cámaras frigoríficas, y para desinfectar entornos de trabajo. Prestamos una atención máxima, pues, a la seguridad de los trabajadores y a poner en el mercado productos que se sometan a un proceso de desinfección con ozono”, continúa el responsable de SAIM.

Simonelli identifica también las ventajas desde el punto de vista del marketing. “Ahora más que nunca, es vital que los consumidores se sientan seguros, lo que se traduce en garantizar las ventas y, además de un beneficio concreto y real en calidad de producto, la desinfección se percibe como un antídoto contra los miedos que los consumidores extranjeros puedan tener en relación con los alimentos italianos. De hecho, muchos operadores tienen que enfrentarse a la petición de una etiqueta que debe colocarse en los productos antes del envío y que certifica la ausencia de virus”.

La importancia de la desinfección también está prevista por el decreto Cura Italia. Para el ejercicio 2020, se ha reconocido un crédito fiscal del 50% sobre los costes incurridos en la desinfección de entornos y herramientas de trabajo, hasta un máximo de 200.000 euros por beneficiario.

“Esta iniciativa, que es también el resultado de la discriminación que se ha dado contra Italia, deja claro qué acciones hay que emprender para estimular el sector agroalimentario italiano, para crear valor añadido y estar listos para nuevas emergencias sanitarias”, concluye Simonelli.

Por último, en estrecha relación con la enfermedad causada por el virus, en los últimos días se está testando la terapia de ozono en los hospitales para combatir la COVID-19, y parece que ya está dando resultados excelentes, según las pruebas que se han llevado a cabo en el hospital Santa Maria della Misericordia de Udine.

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